Usted está aquí: jueves 21 de diciembre de 2006 Sociedad y Justicia Histórico, el rezago en inversión pública en salud: Angel Córdova

La oferta de servicios del Seguro Popular podría ser rebasada, dice el titular de la Ssa

Histórico, el rezago en inversión pública en salud: Angel Córdova

Es una bendición el aumento del presupuesto registrado en años recientes en el sector, señala

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Ampliar la imagen El titular de la Ssa, José Angel Córdova, desciende de una unidad médica móvil utilizada en Oaxaca Foto: Francisco Olvera

La oferta de servicios médicos del Seguro Popular (SP) podría ser rebasada por la demanda de la población. Este es un riesgo real ante la insuficiente infraestructura de clínicas y hospitales, pero su actualización requeriría una inversión de 80 mil millones de pesos en los próximos seis años. Así lo reconoció el secretario de Salud, José Angel Córdova Villalobos, para quien es una bendición el aumento del presupuesto registrado en el sector en años recientes, aunque aún falta garantizar que será utilizado en forma óptima.

Convencido de los beneficios del Sistema de Protección Social en Salud, y su brazo operativo, el SP, el funcionario advierte, no obstante, que realizará una revisión a fondo del esquema de seguridad para corregir diversos aspectos, entre otros, la situación de estados donde se alzó la bandera blanca porque supuestamente habían alcanzado la cobertura universal en salud, pero aún hay familias que no han sido inscritas.

En entrevista, Córdova Villalobos hace un largo recuento de lo que falta a este instrumento financiero, y también habla de los temas que le angustian, como el escaso avance, de apenas 5 por ciento, en la renovación de los registros de los medicamentos. De acuerdo con la Ley General de Salud, este proceso deberá concluir en el año 2009, cuando todos los fármacos deberían tener la calidad de genérico intercambiable (GI). Uno de los problemas, apuntó, es la falta de interés de los laboratorios que han deseado "que la Secretaría de Salud se haga bolas" con este asunto.

­¿Qué le falta al SP?

­Consolidarse desde el punto de vista financiero. Los incrementos presupuestales se han respetado, pero vamos a menos de medio camino. La reforma está planeada para 10 años, pero no exagero si tenemos que contar el año 11.

"Falta que la aplicación de los recursos ­casi en 80 por ciento lo hacen los estados­ se haga de acuerdo con la ley. Algunas entidades gastan en lo que creen puede ser más útil, cuando 40 por ciento es para medicamentos; 35 por ciento para la contratación de personal, y dentro de éste, 15 por ciento para la regularización de la plantilla".

­¿Esta distribución del gasto no ha sido así?

­Se ha hecho de manera dispar. No ha habido un ajuste a lo que marca la norma. Se ha visto, por ejemplo, que al tener más dinero, algunos estados compran medicinas con precios 500 veces superior que en otras entidades. Para esto ya existe un acuerdo con 17 gobiernos estatales para que las adquisiciones se realicen con base en un precio de referencia.

"Hay experiencias como la de Yucatán, donde decidieron licitar para que las farmacias privadas surtan las recetas. Han logrado una eficiencia superior a 99 por ciento, lo cual está muy cerca de lo óptimo y se reducen costos de manera importante.

"Lo que queremos es lograr un modelo nacional para garantizar el abasto de medicamentos y, sobre todo, con ahorro de dinero".

­¿Qué más le falta al SP?

­Ocupar las plazas médicas. Hay quejas de colegios médicos por la falta de personal. Si hay estados que reciben más de mil millones de pesos de recursos frescos, no hay pretexto para que falten médicos y evitar las sobrecargas de trabajo. De otro modo, la gente se cansa. Si no tiene mejores prestaciones e ingresos y tiene más trabajo, esto va a tronar.

­Tiene que ver con el añejo rezago de infraestructura en los estados...

­Sí, es un problema muy complejo. Algunos estados invertían muy poco y sus hospitales con 30 años de antigüedad están muy deteriorados.

"Uno de los beneficios del SP es que obliga a los estados a poner un peso por cada tres de la federación. Para fortalecer la vigilancia se creará una comisión de evaluación en la que participarán los legisladores federales y los congresos locales. Ese trabajo de integración de corresponsabilidad es uno de los pendientes principales.

­¿Existe el riesgo de que la capacidad de respuesta del SP se vea rebasada por la demanda de atención?

­Depende de que los presupuestos se aprueben. En el sexenio anterior hubo 7 mil millones de pesos para infraestructura. Para completar todo lo que se necesita, la federación tendría que invertir 50 mil millones de pesos y los estados 30 mil millones más en los siguientes seis años. Esta cifra es adicional al SP. De éste sale para unidades de primer nivel y en 2007 una buena parte de los recursos de este esquema será para dignificar las unidades ya existentes. Pero sí, nos podría rebasar la demanda por no tener suficiente infraestructura. Es cierto. Por eso debemos buscar la integración de servicios de salud en México. Algunos servicios de otras instituciones pueden estar subutilizados y en ciertas zonas hay duplicación de servicios.

"Una ventaja es que ya no existe tanta diferencia en infraestructura con IMSS e ISSSTE. La Ssa era el patito feo, pero en el sexenio pasado se echaron a andar más de mil 700 unidades y en este gobierno se construirán tres mil más, entre unidades de alta especialidad, centros de salud y hospitales comunitarios.

­El SP sigue sin llegar a zonas indígenas, sobre todo en los lugares donde no hay servicios públicos de salud.

­Hay avances, aunque un problema es la dispersión de comunidades del país. Oaxaca tiene 11 mil comunidades y aún así se ha avanzado. Vamos a flexibilizar un poco las reglas de afiliación. Antes tenía que existir toda la infraestructura acreditada. Ahora se aceptarán los servicios de las caravanas de la salud que garanticen la atención y permitan ampliar la inscripción al SP.

"Pero no es sólo un asunto de salud. Las áreas más marginadas tienen déficit en todo: drenaje, comunicación, agua, empleo. Les falta todo y ahí las enfermedades son más frecuentes. Así que el hospital es insuficiente. No sirve si se siguen enfermando porque carecen de agua potable, drenaje".

­¿Ya es suficiente el dinero?

­Sigue faltando. El retraso en inversión pública en salud es histórico y aún estamos en los últimos lugares de inversión en el mundo con 6.3 del PIB. En 2007 podremos llegar al 6.5 y si se avanza quizá lleguemos al 7.2 en 2012. Hay países que tienen 9 y otros, como Estados Unidos, 14.6.

"Hay rezago, se necesitan más hospitales, regularizar el personal y contratar más trabajadores; aunque sí ha habido crecimiento del presupuesto y eso es una bendición.

­¿Los precios de los medicamentos son problema para la Ssa?

­Un poco por el costo de los innovadores. Ahí muchas veces, es un factor de confianza de las personas con una enfermedad delicada o que no tienen la respuesta que quisieran, no falta el médico que ofrece el innovador y a veces no es tan cierto. En el sector salud hay medicamentos de alta calidad. Estamos pugnando porque tengamos en el cuadro básico 90 por ciento más de genéricos intercambiables, que son de alta calidad. El gasto en innovadores debe ser el mínimo y muy justificado, porque hay tratamientos que son imposibles de pagar. Debemos promover más GI.

­El de los GI es un pendiente.

­Esta es otra situación delicada en la Ssa. La infraestructura para hacer las pruebas de bioequivalencia no ha avanzado a la velocidad que la reforma al artículo 376 de la Ley General de Salud lo demanda para que se renueven los registros de todos los medicamentos, los cuales deberán acreditar que tienen la misma eficacia terapéutica que los innovadores.

­¿Hay un plazo para esto?

­Eso es lo que nos angustia. En enero se cumplen dos de los cinco años previstos en la ley. El avance no llega ni al 5 por ciento y la respuesta de los laboratorios ha sido "a ver qué pasa", "ojalá se hagan bolas en la secretaría", "ojalá no puedan resolverlo".

­¿Nos les interesa?

­Hay algunos que no les interesa. La Ssa podría facilitar el trámite administrativo y luego en una competencia de libre mercado tendrán que ser más baratos.

 
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