Mayoría de muertes en el AICM, por males cardiacos
La mayoría de los decesos de pasajeros que llegan a ocurrir tanto en las instalaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) o en las aeronaves, son por problemas cardiovasculares o por edad avanzada, revela la estadística oficial mortuoria dada a conocer por el servicio médico de la citada terminal aérea.
Según el doctor Roberto Lona Amaro, responsable de esa área de atención a usuarios, empleados y visitantes del aeropuerto, entre enero de 2000 y junio de 2006 el número de fallecimientos registrados fue de 21, de los cuales 11 tuvieron lugar a bordo de aviones nacionales y extranjeros y el resto en tierra. De ese total, 18 eran hombres y tres mujeres. Salvo un joven de 17 años y dos menores de entre 2 y 36 semanas de nacidos, el resto de los muertos, sus edades oscilaban entre los 65 y 82 años.
Por nacionalidades, 15 eran mexicanos, dos franceses, dos españoles, un brasileño y un holandés. Quince perdieron la vida por un infarto al miocardio, y el resto, uno en cada caso, por cáncer al hígado en fase terminal; cardiopatía diabética, cáncer terminal gástrico, sangrado en el tubo digestivo, leucemia linfosítica y cardiopatía congénita. Por año, en 2000 se registraron cinco muertes; en 2001, tres; en 2002 también tres; en 2003 ocurrió una; en 2004 también una; en 2005 fueron cinco y entre enero y junio de 2006, dos.
Contrario a lo dicho el pasado día 14 por Héctor Velázquez Corona, director general del AICM, en el sentido de que en el aeropuerto no hay muertes violentas y, en caso de haberlas ese tipo de información "no se divulga porque sería amarillismo", en el informe de Lona Amaro, sin mayores detalles se revelan:
Los extraños fallecimientos de Julio César Zúñiga Ramos, empleado de Mexicana de Aviación; Genoveva Sabac Villa; Luis Angel Espejel, también empleado de Mexicana, quien murió "en un aerocar" y el "suicidio por autodegollamiento", de una extranjera, en los sanitarios femeninos del Módulo 11, en septiembre de 2005.