A partir de enero se buscará la reforma fiscal, asegura
Por responsabilidad se aprobó la Ley de Ingresos: Navarrete
Ampliar la imagen El coordinador de los senadores del Partido de la Revolución Democrática, Carlos Navarrete, en foto de archivo Foto: José Carlo González
El coordinador del grupo parlamentario del PRD en el Senado, Carlos Navarrete, aclaró que la aprobación del paquete económico fue sólo para no dejar al país sin Ley de Ingresos y por ende, sin presupuesto, pero ello no significa en forma alguna "un cheque en blanco" para el gobierno federal.
El PRD, dijo, impulsará en el Congreso una reforma fiscal a fondo, que impida la gran evasión de impuestos, sobre todo de los más ricos del país. "A nosotros no nos satisface la política económica que está implícita en la propuesta de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos para 2007 que elaboró la Secretaría de Hacienda, pero por responsabilidad política decidimos aprobarlo, con cambios que impidieron efectos graves en los contribuyentes".
Navarrete recalcó que la propuesta presupuestal para el próximo año que aún se discutía anoche en la Cámara de Diputados "ni siquiera refleja los compromisos de campaña de Felipe Calderón y mucho menos los que hizo Andrés Manuel López Obrador con los millones de mexicanos que votaron por él en las pasadas elecciones de julio".
Pese a la inconformidad con la miscelánea fiscal, "los senadores decidimos votar en favor, pero tomaremos medidas para instrumentar una nueva política tributaria que no gire, como en las pasadas décadas, en tratar de cobrar más impuestos a los causantes cautivos y dejar intocados a los grandes intereses, con regímenes especiales para los consorcios nacionales y extranjeros".
Recordó el caso de Banamex, que dejó de pagar más de mil millones de pesos en impuestos, mientras Calderón proponía gravar con cinco por ciento el consumo de refrescos, "un producto casi básico en la dieta de los mexicanos".
El jueves pasado, Navarrete ofreció una conferencia, conjuntamente con los coordinadores de PRI, PAN y PRD en ambas cámaras del Congreso, en la que expuso, en nombre de todos, el compromiso de iniciar desde enero la discusión de "la reforma hacendaria progresiva y de fondo que el país requiere".
La intención, detalló ayer, es que en el primer semestre del próximo año se puedan presentar al Congreso las iniciativas correspondientes. Los perredistas insistirán en una reforma que permita sanear "las deterioradas finanzas públicas" del país y al mismo tiempo redistribuya el ingreso de manera más equilibrada y justa entre los que más ganan y entre los que menos tienen.
"El problema en el país no es la estructura fiscal, sino la baja recaudación tributaria existente, además de la complejidad en el diseño del sistema que se traduce en pérdidas del erario por los diferentes regímenes especiales y exenciones que superan los cinco puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB)".
Ello, agregó, genera un importante rezago en la recaudación, con la consecuente caída del gasto público y su inevitable "impacto social perverso". Tales prácticas, agregó, deberán erradicarse.
El coordinador perredista hizo notar que además de participar en la elaboración de la nueva política hacendaria, vigilarán los efectos de las propuestas económicas de Calderón, para evitar efectos nocivos en la población.