Nada hay más preciado que formar parte de todos los seres del mundo, celebra
Alicia Alonso festeja en La Habana sus 86 años en medio de homenajes
La prima ballerina assoluta cubana afirma que vivirá hasta los 200 años
Ampliar la imagen Alicia Alonso, en 2003, durante su visita a la ciudad de México Foto: José Carlo González
La Habana, 22 de diciembre. Alicia Alonso, la leyenda viviente del ballet cubano, afirmó que vivirá hasta los 200 años, al celebrar este jueves su 86 aniversario en medio de varios homenajes.
''Mi cumpleaños es algo muy lindo porque percibo cómo mucha gente que está siempre muy ocupada (la vida tiene muchas riquezas para hacer cosas) dedica cada año aunque sea cinco minutos para decir: ¡ah, hoy es el cumpleaños de Alicia!'', dijo a la agencia cubana Prensa Latina.
''Y esa dedicación de los demás hacia uno, hace que uno se sienta parte de todos: y no hay nada más preciado que sentirse parte del mundo que nos rodea, parte de todos los seres humanos que existen'', subrayó.
Planes para 2007
A sus 86 años, la prima ballerina assoluta sigue cada detalle de los planes de giras y presentaciones del Ballet Nacional de Cuba (BNC), que ella fundó en 1949.
''En 2007 vamos a abarcar el mundo entero con nuestra danza, nuestro arte, nuestros principios. Vamos a bailar en Cuba y en el extranjero. Tenemos una gran compañía y la dividiremos en tantos grupos como sea necesario'', añadió.
Alonso, considerada una de las bailarinas más importantes del mundo, debutó en el papel principal de Giselle en el Metropolitan Opera House de Nueva York, en 1943.
Ahora padece ceguera y problemas ortopédicos de locomoción, pero acaba de llegar con el BNC de una gira por Brasil, Argentina y Chile con la puesta en escena de Don Quijote.
Nacida el 21 de diciembre de 1920 en La Habana, Alicia Alonso es considerada una de las grandes virtuosas de la danza de su país y de Latinoamérica.
Comenzó a bailar a la edad de nueve años y sus estudios formales de ballet dieron inicio en la Sociedad Pro-Arte Musical con la maestra Sophia Fedorova.
Pese a tener problemas de visión desde muy temprana edad, la notable artista demostró su extraordinario talento durante su estancia en las ciudades de Nueva York y Londres.
Embajadora de la UNESCO
Como solista del American Ballet, Alonso participó en los musicales Great lady y Stars in your eyes, montados por George Balanchine.
Trabajó también bajo las órdenes de coreógrafos como Mijail Fokine, Leonide Massine, Anthony Tudor y Agnes de Mille.
Su éxito en Nueva York la llevó a participar con los ballets rusos de Montecarlo y más tarde en el Bolshoi y Kirov, lo que la convirtió en la primera bailarina del hemisferio occidental en ser invitada a los dos conjuntos dancísticos más importantes de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Consolidada como una figura mundial, Alicia Alonso realizó giras por Europa, América y Asia, donde acrecentó su fama por sus versiones de Giselle, La bella durmiente y El gran paso a cuatro, entre otras coreografías.
Fundó el Ballet Nacional de Cuba, compañía que dirige hasta la fecha y cuyos estudiantes han nutrido el Royal Ballet, el American Ballet Theater, el Ballet de Boston, el de San Francisco, Washington y Cincinnati, entre otros agrupamientos dancísticos.
En sus más de 50 años de carrera ha recibido más de 120 reconocimientos internacionales y en junio de 2002 fue nombrada embajadora de buena voluntad de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Asimismo, en 2003 viajó a la ciudad de México para dirigir el montaje de El lago de los cisnes, que se presentó en el Auditorio Nacional.