A UNAM, $680 millones adicionales; también reasignan a IPN, UAM y Colegio de México
Echan atrás diputados plan de quitar fondos a educación superior; le dan .58% del PIB
Los recursos destinados en San Lázaro al sector para 2007 superan los ejercidos en este año
Ampliar la imagen La diputada Marina Arvizu, del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina, en la sesión donde se aprobó el presupuesto federal para 2007 Foto: José Antonio López
El presupuesto federal para la educación superior aprobado por los diputados ayer por la mañana dentro del paquete de egresos de la Federación resarce la fuerte caída que proponía el proyecto enviado por el presidente Felipe Calderón, y en vez de dedicar sólo .51 por ciento del producto interno bruto (PIB) a ese nivel educativo, los legisladores honraron su acuerdo previo y colocaron la inversión en .58 por ciento del PIB, una décima porcentual arriba del presupuesto de 2006.
Así lo reconoció Javier Mendoza Rojas, miembro del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIUE-UNAM), y quien siguió muy de cerca las negociaciones entre la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), la propia UNAM y los diputados federales.
Asimismo, aprobaron una ampliación de 8 mil 205 millones de pesos, incluyendo 680 millones adicionales para la UNAM, lo que significa que no sólo no enfrenta ningún recorte presupuestal, sino que se le suman esos montos; 491 millones para el Instituto Politécnico Nacional (IPN); 147 millones para la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y 38 millones para El Colegio de México.
Debate nacional
Lo anterior significa que el cabildeo realizado por la ANUIES y la UNAM rindió frutos, sobre todo después de las desafortunadas declaraciones del diputado panista Raúl Padilla Orozco, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, sobre la UNAM, que abrieron el debate nacional sobre la educación superior y permitieron que los diputados de todas las bancadas suscribieran en el pleno hace más de una semana un punto de acuerdo para defender el presupuesto destinado a ese nivel educativo. Así, prácticamente todas las propuestas de la ANUIES y de la propia UNAM fueron aprobadas sin mayores modificaciones.
Mendoza Rojas afirmó que las universidades e instituciones federales de educación superior tuvieron incrementos importantes, mientras que a las universidades estatales también se les aumentaron los recursos en distintos fondos. Por ejemplo, para el modelo de asignación adicional diseñado por la ANUIES, a fin de cerrar las brechas de desigualdad entre las instituciones de educación superior, se destinaron cerca de mil 150 millones de pesos; para el fondo de restructuración de pensiones y jubilaciones universitarias, mil 200 millones, y 600 millones para el reconocimiento de las plantillas.
También se destinaron mil millones para los fondos irreductibles y la consolidación de las universidades públicas estatales; mil millones más para la absorción e incremento de la matrícula en las 34 universidades públicas estatales y para 64 instituciones con apoyo solidario, como las universidades interculturales y politécnicas, que suman un total de 80.
Beneficio para la UdeG
Para los institutos tecnológicos, los legisladores otorgaron 200 millones de pesos, destinados al fondo de apoyo para la calidad, así como 147 millones para la biblioteca pública del estado de Jalisco, dependiente de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Desde 2005, la UdeG había peleado estos fondos, que le fueron autorizados por la anterior legislatura, pero que no pudo ejercer debido a la controversia constitucional interpuesta por Vicente Fox en contra del presupuesto aprobado por los diputados.
El sector de la ciencia y la tecnología no tuvo tanta suerte. Los legisladores decidieron otorgarle los mismos recursos que en 2006, sin dar siquiera un ajuste por la inflación. Así, la ciencia y la tecnología en el país ejercerá alrededor de 32 mil 800 millones de pesos, o .34 por ciento del PIB, en términos exclusivamente de la inversión del sector público e incluyendo el rubro de estímulos fiscales para las empresas que inviertan en tecnología e innovación.
Del total de fondos, una tercera parte será destinada para el Conacyt y sus programas de becas, fondos mixtos y sectoriales, mientras que los centros públicos de investigación de excelencia deberán apretarse el cinturón, ya que, por ejemplo, los estímulos a sus investigadores se reducen en casi 50 por ciento.
Otra tercera parte se asigna al área de investigación y ciencia de la Secretaría de Educación Pública (SEP), y la última tercera parte se divide entre otras secretarías y organismos que realizan algún tipo de investigación.