Opera con recursos de Oxfam; sólo busca el beneficio de las comunidades, dicen promotoras
Una radiodifusora en la sierra de Chiapas, el saldo positivo de Stan
También se impulsan otros proyectos productivos como siembra de café y crianza de animales de autoconsumo
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Una locutora de la estación de radio Ecos de la Sierra
Foto: David Viñuales
Motozintla, Chis., 23 de diciembre. Un año de crisis ininterrumpida en la sierra de Chiapas, por el paso del ciclón Stan, ha dejado también saldo positivo entre su población. Uno es la capacidad de autorganizarse y echar a andar proyectos comunitarios de desarrollo.
Ecos de la Sierra es el primer sistema de comunicación a través de las ondas hertzianas que logra penetrar en los municipios de la sierra: Motozintla, Siltepec, La Grandeza, el Porvenir, Tuzantán y la parte alta de Huixtla y Villa Comatitlán.
"Nuestros mensajes son humildes, sencillos, dedicados a nuestros hermanos y padres campesinos. Surge de la necesidad de comunicarles lo que pasa, y también que ellos expresen públicamente cómo se sienten", resume Catalina Rivera, una de las seis participantes en el proyecto.
En la orografía de la región, hasta el 3 de septiembre pasado, cuando Ecos de la Sierra inicia sus trasmisiones, sólo penetraba la repetidora de la radio del gobierno estatal, y tres trasmisiones comerciales, dos de ellas provenientes de Guatemala.
La radio es el único medio para mantener informados a poco más de 80 por ciento de los hogares en las regiones rurales de Chiapas.
Por lo anterior, los habitantes de la sierra estaban condenados a escuchar mensajes oficiales siempre con balances positivos acerca de las administraciones públicas gubernamentales; música popular, muchas veces sexista, para entretenerse, e incluso recibir largas letanías religiosas en las radiodifusoras de la región.
La crisis ocasionada por el paso de Stan dejó al descubierto una de las peores carencias de la población: la falta de medios de comunicación para dar y recibir mensajes en situaciones de emergencia.
Ecos de la Sierra, constituida con los recursos de la organización humanitaria inglesa Oxfam en la región, tiene capacidad de penetración casi total en la zona, y es retroalimentada con un teléfono abierto y un sistema de banda civil por la cual la población hace llegar sus propios mensajes.
"Proporcionamos un servicio comunitario, informamos a nuestra gente, siempre reconociendo que somos hijos de campesinos. Trasmitimos programas de agricultura, ecología, gestión de riesgos, salud. La barra programática también incluye programas de mujeres, niños e informativos", explica Dora Bravo, quien junto con Catalina y otros cuatro jóvenes de no más de 25 años, transmiten de las 5 de la madrugada a las 6 de la tarde, en forma completamente altruista.
"Llevamos programas que benefician a los habitantes, permitimos que se expresen públicamente cómo se sienten, cuáles son sus problemas, que los escuchen las autoridades municipales, por eso nuestro lema es: 'escucha tu propia voz'", refiere Catalina.
"La gente tiene necesidades grandes, estar comunicada le permite organizarse. Las autoridades, a su vez, saben qué está pasando, para que puedan tomar decisiones adecuadas", resume.
Oxfam también proporcionó los recursos económicos para aplicar programas emergentes en favor de unas mil 500 familias de 45 comunidades. Estos fueron organizados y administrados por los propios damnificados por Stan, y son para construir casas provisionales para ellos.
Otros proyectos explica Lucio Roblero, uno de los coordinadores de programas, es la de la siembra de matas de café, cultivos de traspatio, alternativos para la comercialización, y crianza de animales para el autoconsumo.
Esto, más un programa continuo de reforestación, está permitiendo a algunas comunidades, mitigar la crisis alimentaria en la región.