La Cámara de Diputados le recortó más de 700 mdp
Se desconoce cómo resolverá el IFE los ajustes a su presupuesto
El recorte presupuestal de más de 700 millones de pesos que la Cámara de Diputados aplicó al Instituto Federal Electoral (IFE), será el tercer ajuste importante al gasto del organismo en los últimos cinco años. Por lo pronto, en enero, los consejeros electorales y el área ejecutiva del instituto comenzarán a revisar las áreas susceptibles de aplicar ajustes, que seguramente incluirán las prerrogativas a los partidos.
A diferencia de los dos ajustes anteriores, el margen de maniobra del IFE será menor, toda vez que en 2003 y en 2006 los recortes que aplicó la Cámara de Diputados coincidieron con años electorales, y en ambos casos la autoridad electoral pudo revisar las partidas presupuestales sin poner en riesgo los respectivos procesos.
El recorte para el gasto de 2007 será el primero de los ajustes de gran magnitud que se aplicará en un año no electoral en el pasado reciente. La reducción de 700 millones de pesos que afectará programas, el IFE la tendrá que revisar en un contexto que, por añadidura, se han vertido críticas a los elevados salarios que perciben los consejeros electorales y altos funcionarios del organismo.
Para esta ocasión, los partidos sólo contarán con su gasto ordinario, si bien todos sus representantes ante el consejo general han admitido la posibilidad de ajustar el dinero que reciben como financiamiento.
Sin embargo, de aplicarse la fórmula que se ejerció en pasados ajustes, donde se distribuyó proporcionalmente el recorte entre el gasto del IFE y las prerrogativas de los partidos políticos, el ajuste que debiera asumir el propio organismo ascendería a 420 millones de pesos.
En 2003, cuando la Cámara de Diputados aplicó un ajuste de 720.5 millones de pesos, las distorsiones en las fórmulas aplicadas para la asignación de prerrogativas a los partidos políticos que se desprenden de la legislación electoral permitió que en el proyecto presentado por el IFE se asignaran cantidades que los partidos, paradójicamente, no podían gastar por el tope de gastos de campaña.
Cabe recordar que en ese año sólo se renovaba la Cámara de Diputados y por los desfases en la regulación, el PRI recibiría 640 millones de pesos; el PAN 600 millones, y el PRD 340 millones. Todos ellos obtendrían recursos muy por arriba de los 240 millones de pesos que representaba el tope de campaña.
Esto permitió al organismo electoral distribuir una buena parte del recorte aplicado por el Poder Legislativo a las prerrogativas de campaña de los partidos, sin poner en riesgo el proceso electoral. Originalmente la partida presupuestal había sido de 11 mil 95 millones de pesos, a los cuales se le redujeron los 720 millones.
Para 2006, la Cámara de Diputados volvió a ajustar el prespuesto que presentó el IFE superior a 13 mil millones de pesos, que incluía una onerosa partida de más de mil millones para financiar el gasto del voto de los mexicanos en el exterior. Sin embargo, hacia diciembre, cuando se discutía el presupuesto de 2006, ya se avizoraba el fracaso en las expectativas de la participación electoral de los mexicanos residentes en el extranjero.
En realidad, el ajuste sólo pretendía utilizar los recursos de una partida que no se ejercería, por lo que de nueva cuenta la determinación de la Cámara de Diputados no puso en riesgo el proceso electoral.
La forma en que se deberá aplicar el recorte al gasto que se decretó para 2007 comenzará a ser discutido el 8 de enero, cuando hayan retornado de vacaciones y la dirección Ejecutiva de Administración comience el análisis.
No se descarta ni la reducción de salarios ni el ajuste de personal en el organismo electoral, además del paso evidente de reducir a las prerrogativas partidistas.