Constata Martí Batres las condiciones en que viven las 360 personas atendidas
Entre la enfermedad y el abandono, la Navidad llegó al albergue Villa Mujeres
La gran mayoría de ellas son de la tercera edad y han sido víctimas de la violencia y el desamparo
Trabajadores solicitan mejores equipos y tener seguridad social
Ampliar la imagen Un grupo de mujeres se despiden del secretario de Desarrollo Social del gobierno capitalino, Martí Batres Guadarrama, en la cena navideña, celebrada en el albergue Villa Mujeres Foto: Roberto Garcia Ortiz
Olvidadas por sus familiares y enfermas en muchos de los casos, alrededor de 360 mujeres, la mayoría de la tercera edad, festejaron la Navidad con un modesto menú que incluyó un poco de sopa de codito, pavo adobado, ponche y duraznos en almíbar, pero con la seguridad de que cuentan con lugar donde dormir, comer y ser atendidas de sus dolencias, tanto físicas como sentimentales.
Se trata del albergue Villa Mujeres, donde este 24 de diciembre, el secretario de Desarrollo Social del Distrito Federal, Martí Batres Guadarrama, realizó un recorrido para constatar las condiciones en que viven estas personas víctimas de la violencia, el desamparo y el abandono, que además reciben asistencia médica y terapias de rehabilitación física y mental.
Este centro, ubicado en la calle Margarita Maza de Juárez, en la colonia Patera Vallejo, atiende exclusivamente a mujeres, explica su directora Margarita García, las cuales se dividen en cinco grupos de población: postrada, es decir, personas con enfermedades crónicas degenerativas o discapacidades físicas, que dependen en su totalidad de los médicos, enfermeras y gericulturistas, así como adultas mayores, de 60 años en adelante.
También se brinda atención a jóvenes y madres con niños menores de 12 años, con problemáticas de violencia intrafamiliar o situación de calle, además de quienes van únicamente a pernoctar en esta temporada de inverno, a quienes se atiende de las ocho de la noche a las siete de la mañana.
El centro cuenta con varios edificios en los que se atiende a la población de acuerdo a las características de cada una, además de que es un instituto filtro ya que toda la población femenina que recibe el Instituto de Asistencia e Integración Social (Iasis) es canalizada a Villa Mujeres, donde de acuerdo a las necesidades de la persona es trasladada a uno de los 10 centros de este tipo con que cuenta el gobierno del DF.
Aquí viven principalmente mujeres de la tercera edad, como es el caso de la señora María, de 84 años, quien fue una de las tantas personas que perdió su hogar en el sismo de 1985. Gracias a la ayuda de un vecino logró conseguir un lugar donde vivir en el centro de la ciudad, pero hace dos años fue desalojada de su vivienda y perdió sus pertenencias, por lo que pidió ayuda en este albergue, donde a consecuencia de una caída se le desvió la columna vertebral, además de sufrir de fuertes dolores en la rodilla que le impiden caminar.
Julia Martínez García tiene siete años en el albergue, es viuda y solicita ayuda para encontrar a su hija que se casó con un hombre de nacionalidad española. Cuando ella fue a buscarla para llevarla consigo a vivir a España, ella se encontraba en Tapachula, Chiapas. Luego de la muerte de su marido quedó desamparada, por lo que pidió ayuda en el albergue La Coruña, donde poco después fue trasladada a Villa Mujeres. "Quiero que mi hija me busque, porque yo ya no puedo estar aquí", dice con lagrimas en los ojos.
Carencias laborales
Sin embargo, este centro, administrado por el gobierno capitalino tiene diversas carencias, como la falta de médicos, enfermeras y trabajadores en general, así como el equipo necesario que permitan brindar una mejor atención, por lo que Batres Guadarrama señaló que es necesario realizar una labor más intensa para que aumente la ayuda de la iniciativa privada a estas instituciones, además de que la dependencia a su cargo realizará un análisis de la situación de los mismos para fortalecerlos.
Algunos trabajadores de este centro pidieron al funcionario revisar su situación contractual, pues de las 110 personas que laboran en el albergue en cinco turnos distintos, 41 son eventuales. La doctora María Yolanda Flores se pronunció por dar seguridad social a los galenos que ahí trabajan, pues trabajan con pacientes con hepatitis virales, por lo que el riesgo de infección es alto.
"Esta es la población más pobre entre los pobres dice Martí Batres: unas, son abandonadas; otras, indigentes; de gran sufrimiento emocional, y es muy importante que el gobierno cuente con esta infraestructura y programas, que iremos ampliando, (porque) si la pobreza cala y duele en general, en las mujeres se recarga con mayor virulencia", concluye el funcionario.