Prevén que refugios del GDF atiendan a 7 mil indigentes este invierno
Algunos llegan una sola vez y nunca más regresan, no faltan las caras nuevas, pero en la mayoría de los casos son los mismos rostros que, año con año, se rencuentran.
Son los desposeídos de todo: los indigentes que, durante esta temporada invernal, son rescatados de debajo de los puentes, de la banca de un parque, de las entradas del Metro o inclusive de hospitales, para trasladarlos a un albergue.
Al de la Plaza del Estudiante, reservado para apoyar exclusivamente a varones mayores de 18 años, don Jesús González, oriundo de Acámbaro, Guanajuato, llegó a este lugar en el invierno de 2004.
Regularmente se hospedaba en un hotel de la colonia Guerrero, pero cuando no alcanzaba para juntar los 30 pesos que costaba la posada, se refugiaba en los portales del Zócalo. "Una noche pasaron los trabajadores de aquí en la camioneta y me dijeron '¿no quiere quedarse a dormir en un lugar calientito?'. Pus, nada más díganme en dónde, respondí, y aquí estoy", relata.
María Eugenia Sánchez Moncada, administradora de este centro, explica que para estos casos, el gobierno de la ciudad de México opera 10 refugios de manera permanente durante todo el año, en los que se atiende a cerca de dos mil personas.
Salir de la calle
Después de los recorridos nocturnos, agrega, las personas en situación de calle son distribuidas en cada uno de los albergues según su perfil, pero en esta época se habilitan otros espacios con el apoyo de los gobiernos delegacionales, en donde en conjunto, al concluir la temporada, se les brinda el servicio a 7 mil individuos.
La mayoría de los beneficiados es gente que llega de provincia al Distrito Federal, que no encuentra trabajo o perdió su empleo, o bien su salario no le alcanza para rentar una vivienda, aunque también están aquellos, en particular niños y adultos mayores, que han sido abandonados por sus familiares o por problemas de maltrato han dejado sus hogares, refiere.
Precisa que desde que se puso en marcha el programa Frío Invierno, Calor Humano, se han encontrado en la calle a 692 personas, de las cuales 572 han aceptado la ayuda. Además se han servido alrededor de 19 mil cenas, y se han repartido cerca de mil cobertores en calles y zonas altas de la ciudad para prevenir las muertes por hipotermia.
Sin embargo, en la Plaza del Estudiante, ubicada en el centro de la ciudad, donde antes era la cárcel del Carmen, más allá de otorgar el servicio de pernocta y los alimentos, el objetivo es que los usuarios salgan de su situación de calle.
De hecho, explica Sánchez Moncada, se inició un programa piloto llamado Proyecto de Vida, con el apoyo de grupos religiosos o de autoayuda, como Alcohólicos Anónimos, para aquellos que quieren cambiar su situación, pero no han podido porque no tienen recursos.
Roberto Trinidad, quien llegó hace dos años a este albergue, es uno de los primeros beneficiarios. "La vida ya me golpeó, tengo 25 años sin ver a mi familia, pero creo que si le echas ganas, aún en el último tramo de tu existencia puedes vivir dignamente", dice convencido, al señalar que aspira en "grande", porque quiere tener un departamento en la colonia Roma y trabajar como especialista en geriatría.