James Brown, negro y orgulloso
A los 73 años, esta Navidad murió Mr. Dinamita, quien hizo del funky una amenaza para las buenas conciencias estadunidenses
El soul ha perdido a su padre y por fin tiene a su dios. James Brown murió la madrugada del 25 de diciembre, en Atlanta, Estados Unidos, a consecuencia de las complicaciones por una neumonía severa, informó Frank Copsidas, agente del músico. El fallecimiento de Brown, quien contaba con 73 años, ocurrió a la 1:45 hora local en el Emory Crawford Long Hospital, donde ingresó la víspera.
El 25 de febrero de 2005 Mr. Dinamita, uno de los tantos sobrenombres con que se conoce a James Brown, se presentó en el Auditorio Nacional. Fuen un concierto memorable de uno de los personajes más activos de la música. De esa húmeda noche escribió en este diario (La Jornada, 27 de febrero de 2005) Pablo Espinosa: "La música de James Brown ya no ofende ni a las buenas conciencias, porque hasta el más recatado se rinde ante el embate orgiástico de ese beat endiablecido, de esa cama de agua hirviente que se tiende siempre bajo el funky enardecido de James Brown".
Nadie se imaginaba que había sido operado de un cáncer de próstata que apenas se le detectó entonces. Una de sus últimas actividades públicas que realizó tres días antes de morir, cuando se unió a un grupo de voluntarios en la entrega anual de regalos navideños que él organizaba en Augusta, Georgia. Lamentablemente ya no tuvo tiempo para presentarse este fin de año en Nueva York, al lado del legendario B.B. King.
James Joseph Brown nació el 3 de mayo de 1933 en Barnwell, Carolina del Sur. Desde pequeño vivió en Georgia, donde conoció la vida dura que provoca la pobreza extrema. Uno de sus primeros trabajos fue recoger el carbón que caía de los trenes. A los cuatro años fue abandonado por sus padres. Cantaba y bailaba en la calle a cambio de unas monedas.
La miseria en que vivía lo obligó a dedicarse al robo de autos, motivo por el cual fue a parar a un reformatorio a los 16 años. Todo esto sucedía a mediados del siglo pasado. Brown fue sentenciado a trabajos forzados. Estuvo en una prisión de condado antes de ser transferido a un campo de trabajo juvenil, donde debió permanecer tres años. Dejó la escuela cuando estaba en séptimo grado y comenzó a trabajar, cosechando algodón, lustrando zapatos, lavando autos y platos, y limpiando tiendas.
A mediados de los años setenta estuvo involucrado en un escándalo de soborno de una estación de radio. Su matrimonio con Deirdre Jenkins terminó y su hijo Teddy murió en un accidente automovilístico. En 1987 Brown fue arrestado por abuso de drogas, por quinta vez en diez meses. Fue acusado por su tercera esposa, Adrienne Rodriegues, de agresión con lesiones y condenado un año después a seis años de prisión por intento de asesinato.
Pero después de pasar 15 meses en una prisión de Columbia, Carolina del Sur, fue cambiado a un centro de rehabilitación, donde produjo anuncios de radio y televisión en los cuales advertía contra el abuso de las drogas y el alcohol.
En febrero de 1991 fue liberado con la condición de que nunca conduciría ni tendría armas de fuego. Hizo entonces un esfuerzo por reconstruir su vida y su carrera. En 1993 Brown editó un nuevo disco denominado Universal James, que contenía éxitos como Can't get any harder, How long y Georgia-Lina. Otro album de estudio, I'm back, con la canción Funk on ah roll, fue editado en 1998. Brown quien recibió un premio Grammy por su carrera en 1992 estuvo casado cuatro veces y tuvo al menos seis hijos.
Ganó en 1992 el premio Archivo de Vida, que otorgan los Grammy y los American Music Awards. Ya había recibido dos Grammy en 1965 y 1987. En 1986 ingresó al Salón de la Fama del Rocanrol.
Uno de sus principales gustos fue la música, vocación que lo llevó a integrarse a coros de gospel, que fue el escalón para integrarse a su primer gran grupo, The Flames, que poco después sería conocido como The Famous Flames.
Se empezaba a gestar el nacimiento de uno de los músicos más influyentes de Estados Unidos, sobre todo al llevar el gospel y el rhythm and blues a otros niveles, a los que se le llamó soul, el alma que se formó con la música indígena africana y las influencias religiosas de occidente, aunado a los excitantes sonidos de los metales.
Aunque el soul se ha querido vestir de blanco, negro se queda, teniendo en Brown uno de sus mejores exponentes. Please, please, please, I got you (I feel good) y Papa's got a brand new bag son algunas de las perlas que nos dejó de herencia.
El padrino del soul también participó en la película The blues brothers, en 1980, con John Belushi y Dan Ayrkroid. En 1986 grabó Living in America, el tema compuesto para la película Rocky IV, rola que tuvo cierto éxito. James Brown ya nos había visitado antes, en 1982. El músico y escritor Federico Arana apuntó en su libro Guaraches de ante azul (Tomo 3): "al destaparse la candidatura de López Portillo, se trajo a Chicago, James Brown y Procol Harum. Como que para que los jóvenes incautos pensaran que entonces sí iban a cambiar las cosas". Cambiaron, pero varios años después.
Con más de 119 sencillos y unos 50 discos grabados, Brown salió de una niñez pobre para acabar construyendo un imperio económico con emisoras de radio y su propia compañía productora.
A la par de su continuo trabajo estuvo en el ojo del escándalo, ya sea por golpear a su esposa, por huir a toda velocidad de las patrullas, por acoso sexual, por consumo de drogas... Fue cliente habitual de cárceles, donde lo mismo permaneció unas horas que algunos años.
Ahora, con su partida, queda un hueco en las prisiones y otro mayor en las zonas de rehabilitación. Donde deja la huella más grande es en la música. Y difícilmente habrá otro rostro sudoroso que ocupe el lugar de este rey. ¡El padre ha muerto! ¡Viva el dios del soul!