La cifra de bajas en el país ocupado supera la cantidad de muertos por el 11-S
Al menos 89 soldados estadunidenses han muerto en Irak en lo que va del mes
Ratifica la corte de apelaciones iraquí la condena a muerte de Saddam Hussein
Bagdad, 26 de diciembre. La muerte de al menos cuatro soldados de Estados Unidos en diferentes ataques de la resistencia iraquí elevó este martes la cifra de bajas a 2 mil 976, lo que superó el número de decesos por los ataques del 11 de septiembre de 2001, calculado en 2 mil 973, mientras la violencia dejó en el país ocupado 49 muertos y un centenar de heridos en varios atentados.
Al menos 89 soldados estadunidenses han muerto en lo que va de este mes, el más sangriento luego de octubre, que registró 106 bajas.
El número de militares estadunidenses muertos desde la invasión en 2003, se elevó a 2 mil 976, cantidad superior a la cifra simbólica de las 2 mil 973 víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. Además, según el Pentágono, por cada militar muerto en Irak, más de siete han sido heridos en combate.
Este día la violencia provocó al menos 49 muertos en varios atentados.
El ataque más mortífero ocurrió cerca de una mezquita en un barrio sunita del norte de Bagdad, donde al menos 20 personas murieron y 35 resultaron heridas al estallar un coche bomba.
Por otro lado, la corte de apelaciones del Alto Tribunal Penal iraquí ratificó la condena a muerte del derrocado presidente Saddam Hussein, quien será ahorcado antes de 30 días, "a partir del miércoles", precisó un juez del tribunal de apelación, Arif Shaheen.
Hussein quien dirigió el país desde 1979 hasta la invasión estadunidense que acabó con su régimen en 2003 fue condenado a morir pasado 5 de noviembre por su responsabilidad en la matanza de 148 chiítas de la aldea de Dujail, en represalia por un atentado fallido contra el convoy en que viajaba en 1982.
Su medio hermano Barzan Tikriti, ex jefe de los servicios de inteligencia, y el ex presidente del tribunal revolucionario, Awad Bandar, también serán ejecutados, precisó Shaheen.
Hussein morirá en la horca aunque por ahora también es juzgado junto con otros seis ex dirigentes de su régimen por haber ordenado y ejecutado las campañas militares de Anfal en el Kurdistán entre 1987 y 1988, que costaron la vida a unos 180 mil kurdos.
La Casa Blanca afirmó que la condena a muerte de Saddam Hussein era "un hito" para los iraquíes y estimó que el ex "tirano" había tenido un proceso justo.
La organización Human Rights Watch instó al gobierno iraquí a no ejecutar a Hussein, al describir el juicio que condenó al ex mandatario por crímenes de lesa humanidad como "profundamente irregular".