La mano de obra debe circular libremente: Ramírez
Confían legisladores mexicanos en ayudar a connacionales
El control del Congreso de Estados Unidos por parte de los demócratas abre las posibilidades de negociar una reforma migratoria que favorezca a los migrantes mexicanos, consideraron los integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, María de los Angeles Moreno y Graco Ramírez Garrido Abreu.
Por separado indicaron que es necesario aprovechar esta "puerta de oportunidad" para garantizar el respeto a los derechos humanos de los indocumentados mexicanos.
La senadora del PRI estimó que para lograr un acuerdo en materia migratoria con Estados Unidos será necesario aplicar los mejores elementos de la diplomacia, en particular la parlamentaria, así como hacer conciencia en cuanto a que ese fenómeno es mundial y producto de la desigual distribución de la riqueza, sobre todo en las naciones pobres y en desarrollo.
"Los países ricos tienen que entender, y nosotros plantearlo, que deben hacer negociaciones que permitan el tránsito más adecuado con un aprovechamiento de los recursos humanos y el respeto a los derechos básicos de los migrantes", dijo.
Entonces, ¿hay condiciones para lograr la enchilada completa como Jorge Castañeda nombró el acuerdo migratorio, o nos quedaremos otra vez con los totopos?
Ese es un término que nunca me gustó del señor Castañeda. Creo que es un asunto demasiado importante para denominarlo tan despectivamente. Me parece que podremos lograr un mejor acuerdo que esperemos sea integral, pero significará un largo rato de trabajo, cabildeo y negociación.
La priísta se pronunció porque el Poder Legislativo tome la delantera en estas negociaciones bilaterales con sus homólogos estadunidenses.
En lo anterior coincidió el perredista Graco Ramírez, quien dijo que no hay que esperar a que el Ejecutivo presente alguna propuesta en materia migratoria, sino adelantarse desde el Legislativo en esa tarea.
"Tenemos que trabajar la diplomacia parlamentaria para construir un acuerdo."
Sobre todo, dijo, habría que partir del hecho de que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte reconoce que las mercancías son parte de un acuerdo y en ese tenor hay que considerar el trabajo, porque también es una mercancía; "es una incongruencia que el trabajo no pueda circular libremente, cuando 3.5 millones de mexicanos han emigrado" al país vecino del norte.