Usted está aquí: viernes 5 de enero de 2007 Espectáculos Rocky Balboa merecía otro final, señala el actor Sylvester Stallone

Promueve en México otro capítulo de la saga; la cinta se estrena aquí el 12 de enero

Rocky Balboa merecía otro final, señala el actor Sylvester Stallone

La construcción del muro fronterizo es "ridículo" y sólo perjudicará a los migrantes, asegura

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen Stallone, momentos antes de la conferencia de prensa que ofreció en la ciudad de México para promover su cinta más reciente, Rocky Balboa Foto: Víctor Camacho

Los alter ego de Sylvester Stallone emergieron ayer en un hotel de la ciudad de México, donde tuvo una ardua jornada de promoción de la película Rocky Balboa, que actúa, produce y dirige: "En el caso de la muerte de Saddam Hussein... pienso que cada quien recibe lo que merece. Sobre el muro fronterizo que se construirá en la frontera México-Estados Unidos... creo que es algo ridículo; eso es cosa de políticos, pero nosotros debemos pensar diferente", comentó.

El capítulo seis de la saga del personaje se estrenará en México el próximo 12 de enero con 300 copias. Momentos antes de la charla, Stallone pidió que nadie llevara guantes de box o algo alusivo a ese deporte, pues acudió a su cita con los medios de comunicación en su calidad de actor, no como boxeador.

Añadió que en las relaciones entre países no debe haber muros. "Eso es ridículo, ¡es una locura! Son cosas de políticos. Nosotros debemos hacer cosas juntos. Al final, si hay muros, la más dañada será la gente que está en medio. La migración es un problema complicado y difícil de resolver. De Hussein pienso que el hecho de su muerte es un karma", agregó.

En una escena de la cinta se comenta que hay mexicanos cocinando platillos italianos ­en el restaurante del ex boxeador­ en el "piso de abajo". Arriba están los comensales, los güeros. "Quise mostrar la separación de las dos culturas, es decir, cómo un piso puede ejemplificar la división. Si no estuvieran los de abajo, los de arriba tampoco podrían estar disfrutando su comida y su cultura."

Aclaró que hizo esta película debido a que mucha gente se lo pedía y porque Rocky merecía un final adecuado. El eslogan de la cinta es "Esto no termina hasta que termina". Fue, pues, el último round de Rocky.

"En la pasada película, el final no fue suficiente para el personaje. Me pregunté: por qué no revivirlo. Pensé en revivir al personaje de 60 años, pero haciéndolo mejor. Eso fue un reto para mí, algo personal. Busqué que la cinta fuera tan espectacular como la primera (1976), con toda la emoción y adrenalina.

"Al escribirla reafirmé mi idea de que el guión de Rocky es muy bueno. Leí los anteriores para darme una idea de lo que debía hacer. Más que la pelea, yo quise rescatar el sentido personal y sicológico. La historia está en gran medida basada en la vida de George Foreman, quien ganó el campeonato de peso completo a los 58 años. Esa fue la idea."

Dos mundos, dos generaciones

En la nueva producción, el barrio de Rocky, en Filadelfia, ha cambiado. Su estatua fue retirada. "Hay una visión nostálgica. Quise enfrentar a dos mundos, a dos generaciones diferentes en una película. Traté de construir un puente de respeto, que debería ser el hilo conductor."

Rocky se enfrenta, en Las Vegas, al campeón mundial de los pesos pesados, un joven todo punch, que pega tan fuerte que "hace recordar a los ancestros", al remover todo lo que se halla en la cabeza. La pelea llega al límite y Rocky gana, a pesar de que pierde. Esa es la paradoja.

Los personajes de sus películas más importantes, Rambo y Rocky, se unen a la imaginería de los héroes de ficción estadunidenses. "A los héroes de hoy lo que les hace falta es tener un buen corazón, más que ser soldados. Actualmente un héroe en Estados Unidos puede ser un deportista. Pero para convertirse en un héroe verdadero se requiere tener buen corazón. Esto marca la diferencia".

Indiana Jones, Rocky o Rambo "son chicos que tienen algo especial. Por su personalidad, pudieron vender como marcas millones de dólares. Hace 20 años la gente vio a un héroe de manera diferente, como si fuera una persona común, como un ser que habla y puede pedir y saludar; más real".

El denominado Semental italiano hace la ronda a una mujer de su rodada, quien lo animará en lo más duro del combate. Hay disolvencias en las que el rostro de ella se mezcla con su otrora pareja. El restaurante de Balboa se llama Adrian's, en homenaje a su esposa fallecida. Su hijo (Milo Ventimiglia) es mayor de edad y reclama a su padre que vuelva al cuadrilátero. Hay escenas de humor: Rocky tiene deformaciones en las manos y se ve encorvado. Aun así, enfrentará a Mason La línea Dixon.

El ambiente se calienta de más cuando Rocky derrota a este adversario, aunque... en una computadora.

Nostalgia de lo que se fue

La primera película sobre Rocky data de hace 30 años, en 1976. La saga ganó varios Oscar en las categorías de mejor película, mejor dirección y mejor edición; tuvo 10 nominaciones.

Rocky II (1979) reunió a Stallone con Talia Shire, Burt Young y Carl Weathers. Rocky III se estrenó en 1982. Rocky IV, en 1985. Rocky V, en 1990.

Stallone informó que filmará una nueva película de Rambo. El rodaje será tal vez en México, pero eso lo definirán los productores. Quizá sea en Los Cabos o Puerto Vallarta.

A la pregunta de con cuál director mexicano le gustaría trabajar, contestó que con Guillermo del Toro ("es genial").

En la trama de Rocky Balboa hay un diálogo en que el boxeador expresa que regresará al ring para liberar "a la bestia". "Creo que no la liberé; bueno, sólo un poco", señala.

Dijo que la de Julio César Chávez "es una gran historia de vida. La gente enraiza mucho su historia. Valdría la pena hacer una película sobre él. Su historia continuará con sus hijos, que podrían ser mejores".

Stallone confesó que nunca ha visto la película de Pepe El Toro, con Pedro Infante.

 
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