Los autores proponen una inversión inicial única de 446 mil pesos para Tlanipatla
La UAG presenta proyecto para mejorar la producción de los balones
Con los recursos podrá incrementarse la fabricación de las pelotas de futbol y su distribución en el país
Ampliar la imagen La gente de Chichihualco todavía trabaja con maquinaria rudimentaria para hacer los balones Foto: Jorge Sepúlveda Marín
Chichihualco, Gro., 4 de enero. No es raro caminar por las calles de subida y bajada de esta población y observar a niños, ancianos y mujeres maduras cosiendo a mano balones de futbol en las puertas de sus casas, muchas construidas de gruesos adobes y con techos de lámina.
Otros, mientras, preparan largas tiras de lona y vinil sintético, para luego cortar los gajos, troquelar los nombres y ya terminado el producto pesarlo para cumplir con los reglamentarios 380-440 gramos exigidos para el balón profesional, o los 360-365 para el amateur.
Además complacen al cliente con determinado tamaño o dibujo especial que requiera algún partido político o empresa privada como objeto de promoción.
Alberto Morales Adame, uno de los principales productores de balones de futbol en esta localidad, refiere que es prácticamente imposible entrar a un concurso y menos ganarlo.
Lo anterior, porque la Federación Mexicana de Futbol (FMF) pide un lote de 10 mil piezas de regalo para inscribirlos, cantidad que para una empresa transnacional o muy fuerte significa casi nada, pero para un taller artesanal, como cualquiera de esta población, sería causa de su quiebra.
Propuesta para Tlanipatla
Y aunque tampoco los productores se cruzan de manos para esperar ser favorecidos con los recursos que necesitan, la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) ha propuesto un proyecto para mejorar la producción y comercialización de los esféricos, con miras a lograr su industrialización y, de ser posible, la exportación allende las fronteras nacionales.
La propuesta en cuestión, dada a conocer apenas en noviembre pasado, se refiere a la población de Tlanipatla, municipio de Eduardo Neri, vecino a Chichihualco.
En ella, los tesistas Anahí Cerón Adame y Juan Carlos Hernández Nava presentan el protocolo de investigación titulado Innovación tecnológica en la elaboración de balones de futbol, con el que muestran un panorama desolador de la forma en que en Tlanipatla se producen los esféricos.
La población sólo "cuenta con una maquinaria manual de corte, una mesa de trabajo, compresora para inflar el producto, instalaciones eléctricas y una cantidad menor de materia prima".
Por lo que al término de su estudio proponen como apoyo inicial único 446 mil 50 pesos para comprar materia prima y maquinaria indispensable, con lo que podría obtenerse una producción de 7 mil piezas, las cuales serían "puestas en el mercado a un precio estimado de 45 y 50 pesos, dependiendo de la oferta y la demanda del producto".
A la larga, estiman, podrían alcanzarse ventas de 3 mil y 4 mil balones de cada tipo a la semana con un ingreso de 365 mil pesos en total, además de crear trabajos permanentes y abatir en buena medida el desempleo existente en la zona.
En el proyecto se destaca igualmente que, salvo los balones registrados ante las autoridades hacendarias y con una posición establecida en el mercado, no existe ningún riesgo de que la inversión inicial se pierda, ya que también hay clientes potenciales en el interior del país que podrían adquirir el producto para satisfacer la demanda.
Lo anterior, sin considerar que en el mediano plazo podrían establecerse convenios con organizaciones civiles, ligas de futbol y/o gobiernos para venderles los esféricos.
No sería iluso pensar que también podrían encargarse de proveerlos del producto hecho en México, que cada día se usa en miles de canchas de futbol alrededor del país.