El gobierno argentino ordenó un dispositivo; continúan protestas contra papeleras
Amagan activistas con bloquear río de la Plata
Buenos Aires, 6 de enero. Un fuerte dispositivo de la Prefectura marítima controla la zona del río de la Plata desde donde parten los barcos de Buquebús, que unen Argentina con Uruguay ante la amenaza de bloquear las salidas de pasajeros por parte de algunos integrantes de la Asamblea de Gualeguaychú, en momentos en que viajan miles de turistas al país vecino.
La amenaza no es compartida por todos los asambleístas que luchan en los últimos años por impedir la instalación de las plantas papeleras de Botnia, de Finlandia, lo que según se denuncia no sólo contaminaría las aguas del río Uruguay, que une ambos países, sino también afectaría gravemente a las ciudades costeras de la provincia argentina de Entre Ríos. Gualeguaychú sería la ciudad más dañada porque está frente a Fray Bentos, donde se construye la planta separada por menos de 40 kilómetros de distancia por el río Uruguay.
Por su parte la papelera española Emce se trasladó a otro sitio, pero también esto es rechazado porque contaminaría otras zonas.
La lucha por este tema enrareció las relaciones entre Argentina y Uruguay y también afecta al Mercado Común del Sur (Mercosur).
El premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel solicitó a especialistas de universidades italianas un informe para establecer las posibilidades de contaminación que el gobierno uruguayo niega, al estimar que el Banco Mundial (BM) nunca informaría en contra de una empresa poderosa.
Pérez Esquivel presentó el informe al gobierno y a los asambleístas de Gualeguaychú y otras ciudades entrerrianas, lo que confirma los temores de contaminación, algo que también ha sido denunciados en otros países de la región, como Chile, donde opera Botnia.
A pesar de la mediación del Rey Juan Carlos de España todavía no se encuentra una solución y la planta con sus grandes chimeneas crece día a día ante la desesperación de los habitantes de la costa entrerriana del río Uruguay.
El conflicto trajo como resultado que algunos grupos hagan propuestas como la del bloqueo en el puerto de Buenos Aires además de los cortes de Puentes que han realizado el conjunto de las asambleas de esa región, lo que determinó que un fiscal en Buenos Aires ordenara a la Prefectura impedir este bloqueo. Se considera un accionar muy peligroso en estas circunstancias y mayores dificultades a las acciones del gobierno argentino en distintos foros internacionales.
Para la mayoría de los asambleístas la decisión de la corte de La Haya de esperar a que estén funcionando las plantas "para comprobar si contaminan o no" es inaceptable, ya que hay una cantidad de estudios independientes de las empresas y otros intereses que indican serios peligros de contaminación.
Jorge Fritzler, del sector más duro de los asambleístas de Gualeguaychú, advirtió: "deberán tener alojamiento para miles en las cárceles (de Buenos Aires) si ellos deciden el bloqueo y criticó las garantías que desde su punto de vista le da el gobierno de Néstor Kirchner a su par uruguayo y a la empresa Buquebús, mientras desprotege a los ciudadanos de Gualeguaychú".
El fiscal Martín Lapadú ordenó a la Prefectura detener a quienes bloqueen la terminal de pasajeros de ferrys. La posición tomada por el sector duro fue también considerada "inconveniente" por Greenpace, que apoya desde un principio la lucha contra la instalación de las papeleras, a pesar de que existe un acuerdo entre Uruguay y Argentina, que determina que ninguno de los dos países puede construir nada sin consultar al otro en las márgenes del Río Uruguay.
Fritzler rechazó la posición de Greenpace y dijo que había varios movimientos sociales dispuestos a apoyar el bloqueo en el puerto.
El Gobierno trata de tranquilizar a estos sectores, que anuncian la incorporación de movimientos como la Corriente Clasista y Combativa (CCC), que lidera Juan Carlos Alderete, y otros grupos de los llamados piqueteros duros, que siempre se unen a cualquier actividad de este tipo. Esto significaría "un salto en la masividad y conflictividad de la protesta" como señala un analista local.
Pero detrás de todo se encuentra el hecho de que muchos consideraron el envío de militares para "cuidar" la empresa Botnia decidida por el gobierno de Tabaré Vázquez a comienzos de diciembre pasado como una de las acciones "más fuertemente provocativas" en este conflicto.
Los informes de "hispótesis de conflito" fueron elaborado por sectores militares de inteligencia en Uruguay donde quedan "demasiados remanente de la pasada dictadura" recordaron los asambleístas de Gualeguaychú .
El despliegue militar alrededor de las plantas puso una de las notas más fuertes en este conflicto, en el que muchos sectores intelectuales y profesionales de ambos países han estado dispuestos a mediar, precisamente para impedir que la situación salga de sus cauces y llegue a límites sin retorno.
Los argumentos para la militarización de Botnia, que después se levantó por solicitud de la misma empresa, fueron considerados "lamentables", pero dejaron la puerta abierta, para cualquier que considere buena una ruptura entre países del Mercosur, que favorecería sin duda a quienes especulan desde Washington con romper este proceso de integración independiente de su mandato.
Asimismo ante la proximidad de la reunión presidencial en Brasil, donde Kirchner se encontrará con Vázquez o al menos compartirán el espacio de negociación por la integración, todos tratan de disminuir la conflictividad. Son mayoría los asambleístas de Gualeguaychú que deliberan en estos momentos, que creen que una buena "volanteada" entregando documentos explicativos a los turista, puede ser una buena medida complementaria a los cortes de puentes que unen a las ciudades entrerrianas con Uruguay. "No se necesita más fuego sino más acciones inteligentes y creativas", señala uno de los más antiguos hombres de las Asambleas allí.(fin)