El compendio agrupa propuestas y experiencias de sellos nacionales e internacionales
Reúne Disqueras independientes reflexiones hacia su consolidación
Ahora van a existir más sellos, pero no por un problema de confrontación ideológica, sino por una cuestión económica, expresó Modesto López, de Discos Pentagrama, en el encuentro de 2004
Hay dos razones principales para fundar una disquera: "intentar hacerse rico o la pasión por la música", planteó Mary Farquharson, de Discos Corason, durante el primer Encuentro de Disqueras Independientes, que se llevó a cabo en el Museo Diego Rivera-Anahuacalli, en diciembre de 2004. Y siguió: "Las disqueras independientes solemos caer en el segundo pensamiento y por eso no somos gente de negocios. Hemos aprendido a comercializar nuestros discos porque es la única manera de mantener el privilegio de trabajar en lo que más nos gusta".
La reflexión quedó registrada en el libro Disqueras independientes (Universidad Nacional Autónoma de México, 2006), el cual reúne las memorias de este encuentro de 2004 y que se realizó al año siguiente.
La publicación es un valioso documento para quienes están involucrados en el quehacer cultural, y da al lector común una buena idea de lo que ocurre en el mundo fonográfico de nuestro país.
Algunos participantes en el encuentro de 2004, como Modesto López, director general de Discos Pentagrama, recordaron la historia de las disqueras independientes en México. El surgimiento de algunas, hace más de 30 años, se dio en el contexto de "una confrontación ideológica con los medios de comunicación discográfica". En cambio, ahora "van a existir cada vez más disqueras independientes, pero no sólo por un problema de confrontación ideológica, sino por una cuestión de carácter económico. Para las disqueras independientes, el objetivo no es usar la música como un pañuelo desechable (sino) mantener una línea de calidad y valor cultural atemporal, sin concesiones a la moda o al comercialismo".
Nuevas formas de promoción
En fechas recientes han descendido las ventas de cds, pero no por falta de interés en lo que ofrecen. "Hay un público grande y maravilloso que busca una propuesta musical más allá de la televisión y la radio comerciales. El problema para Corason, y posiblemente para otras disqueras presentes, es que este público ha dejado de comprar discos compactos", dijo Farquharson. Se requiere "encontrar una forma de promover la música (mediante) el downloading, o buscar nuevas formas de llegar al público". Un primer paso "para defender este sector cultural sería un estudio que identifique la causa por la que sufrimos la reducción del mercado".
En general, los participantes coincidieron en señalar que el problema fundamental radica en la distribución y que las disqueras debían buscar "formas más exitosas de colaboración e integración".
"Si pudiéramos formar una asociación y una distribuidora única, suavizaríamos un poco los altísimos costos", propuso Héctor Ferreira, director general de Río Records.
Varios expresaron interés por crear una red de tiendas independientes o un solo local que agrupe los distintos sellos.
Luis Murillo, director general de Discos Konfort, explicó que este sello ha distribuido, a través de fiestas, "fácilmente mil 500 ejemplares en una sola vez".
Otra alternativa a la cual se recurre, sobre todo entre las disqueras enfocadas a la música electrónica, es el Internet: Filtro Net Label llevaba dos meses de vida en diciembre de 2004 y ya tenía "el equivalente de mil 500 discos bajados de la red", explicó Cristian Cárdenas Giral, director general del sello.
"La parte complicada es la económica. Los discos no funcionan como una entrada de ingresos para los músicos. La idea de generar el sello es mostrar nuestra música y que eso nos reditúe en las tocadas."
Varios coincidieron en que no se podía tratar a la producción musical como una mercancía más. Marissa Canales, de Urtext Digital Classics lo planteó así: "No son jitomates, no se pueden considerar en la reglamentación como si fueran cualquier bien de consumo". Propuso que el gobierno ofrezca subsidios a los artistas, facilidades para la creación de empresas culturales, créditos y reducciones en los impuestos.
Mario Pacheco, presidente de la Unión Fonográfica Independiente (UFI), en España, señala que se le debe pedir al gobierno que fomente la construcción de "un mercado potente".
José Luis Paredes Pacho, promotor cultural y asesor de los encuentros, propuso la "creación de una página web donde se concentren los catálogos y lanzamientos de sellos independientes; la creación de una oficina semejante al Bureau Export de la Musique Française, que promueva las grabaciones independientes y de majors, y que la radio y la televisión culturales tengan secciones que informen sobre los lanzamientos de las disqueras independientes".
Experiencias en otros países
A los encuentros asistieron invitados de otros países. Durante el segundo, en diciembre de 2005, el español Mario Pacheco, presidente de la UFI, explicó cuáles fueron los objetivos que se planteó la unión: "brindar una voz al sector; luchar contra la concentración del negocio", contra la piratería y la corrupción en los medios de comunicación.
"Recientemente, las compañías fonográficas independientes (en España) creamos más puestos de trabajo que las grandes pero escasas corporaciones y que cualquier otra industria cultural. Lo hacemos sin apoyo alguno, ni financiero ni institucional; generamos riqueza de forma incansable", siguió.
Daniel Sheehy, de Smithsonian Folkways Recordings, describió un nuevo proyecto llamado Smithsonian Global Sound, una red de archivos (www.smithsonianglobalsound.org) que ofrece música y sonidos. En México habría que aprender de esta experiencia, propuso Farquharson.
Por su parte, el abogado Caio Mariano, de Re:combo (www.recombo.art.br), de Brasil, platicó sobre la experiencia de producir, compartir y recombinar música por medio de la red. Re:combo maneja una licencia que permite copiar, distribuir, modificar y hacer uso comercial, bajo la condición de seguir con la libre circulación. El proyecto se sostiene sobre cuatro pilares: la generosidad intelectual, la producción colaboracionista y libre, el software abierto y el reciclado de computadoras.
Estos son algunos de los puntos expuestos en el libro Disqueras independientes, aquellas que, según la UFI, participan "en la creación del paisaje sonoro que es parte fundamental de la memoria colectiva".