Recuerdos del placer como negocio
La realidad narrada desde la experiencia y no surgida de la imaginación es el principal atractivo de Memorias de una madame americana. Nell Kimball, hija de granjeros, conocida en los prostíbulos como Goldie, revela su historia y el entorno de una época: primero como prostituta y después dirigiendo proscenios. Retrata su vida familiar, el negocio del sexo y el manejo de las "chicas" así como las costumbres de quienes visitaban los prostíbulos. El lenguaje utilizado por Kimball es cotidiano, duro y sin rebuscamientos. En el prólogo del libro Stephen Longstreet definió a Kimball como una criatura de su época y profesión. "Sus actitudes hacia las minorías e inmigrantes eran las de sus tiempos, y no tenía ningún sentimiento de superioridad al utilizar el lenguaje que hoy en día percibimos como humillante." Por lo general continúa era sensible, mundanamente sabia y bien equilibrada, y para su campo de trabajo, para citarla, una filósofa y observadora aguda. La dueña de proscenios escribió que siendo pequeña escuchó a su tía Letty decir: "Toda chica está sentada sobre su fortuna, si tan sólo lo supiera". Y describe en el volumen su vida en familia, el inicio en la "profesión", los negocios que dirigía y cómo los manejaba, así como al personal que trabajaba para ella. Sobre los clientes escribió que muchos hombres van a una casa de citas simplemente para beber y charlar de política, dinero, historia, etc. Y fue sincera al admitir que "podría decir que mi universidad fue un prostíbulo."
Nell Kimball nació en una pequeña granja de Illinois en 1845 y murió en Florida en 1934. Stephen Longstreet recibió el manuscrito de estas memorias en 1932, pero no fue publicado hasta casi 40 años después.
Título: Memorias de una madame americana.
Autora: Nell Kimball
Traducción: Sandra Strikovsky
Editorial: Sexto piso, CNCA, Fonca
Número de páginas: 412
Precio de lista: 320 pesos