La militarización afecta a los residentes legales, que también padecen acoso
La frontera México-EU sufre una grave crisis humanitaria, alertan ONG
Proponen que Washington organice un diálogo para solucionar integralmente el problema
Ampliar la imagen Organizaciones no gubernamentales subrayan que la política migratoria estadunidense debe defender los derechos humanos de los migrantes Foto: Ap
La creciente militarización y control migratorio en la región fronteriza entre México y Estados Unidos, y una errónea política estadunidense en materia de seguridad han provocado una "profunda crisis humanitaria" y de violación permanente a los derechos humanos, señala el informe preliminar Militarización e impunidad en la frontera.
Elaborado por la Red Nacional Pro Derechos Inmigrantes y Refugiados (NNIRR, por sus siglas en inglés) y la Coalición de Derechos Humanos en Arizona, el documento denuncia que las políticas de "seguridad fronteriza" ya han alcanzado a los residentes de las comunidades fronterizas, quienes con frecuencia también enfrentan arrestos por perfil racial, detenciones ilegales y otras políticas represivas y leyes estatales y locales.
Las conclusiones son producto de una "gira de emergencia nacional" que durante casi una semana realizaron las ONG en la frontera México-EU. "Todas estas prácticas disminuyen sus derechos y libertades civiles, criminalizando a los y las migrantes, la juventud y a los trabajadores, y ponen a las comunidades en estado de sitio, en el que agentes de la Patrulla Fronteriza y otros oficiales policiacos y gubernamentales golpean impunemente".
La gira fue organizada para realzar y denunciar la intensificada crisis humanitaria y de derechos humanos en la frontera México-EU que ha resultado de la militarización del control migratorio y fronterizo. El recorrido por la comunidad fronteriza también fue explícitamente organizado para brindar solidaridad y apoyo a los migrantes, a las comunidades fronterizas y sus organizaciones, quienes han soportado lo más duro de este crisis.
En sus conclusiones, el documento señala que los migrantes en la frontera también son más vulnerables, y son sujetos a la fuerza mortal y al abuso por agentes de la Patrulla Fronteriza, policías, traficantes de personas, empleadores y otros sujetos sin escrúpulos que se aprovechan de su condición migratoria y de sus aparente carencia de derechos y protecciones.
La NNIRR y la Coalición de Derechos Humanos reafirman que el llamado por la desmilitarización de la frontera, los derechos humanos y la responsabilidad pública en el control migratorio son indispensables para un programa de migración que provea la legalización y el acceso para todos los trabajadores, e incluye más opciones para la migración legal.
Señala que la política migratoria de Estados Unidos tiene que defender los principios de derechos humanos y seguridad comunitaria en la frontera y en el interior del país, además de asegurar que los trabajadores migrantes tengan oportunidades para la igualdad económica.
"Las familias, los trabajadores y las comunidades inmigrantes merecen una legalización con derechos, plenas protecciones laborales y la reunificación de familias; no más programas de trabajadores huéspedes, militarización fronteriza, prisiones para inmigrantes y deportaciones", dice el documento, que también presenta una serie de recomendaciones para impulsar en el futuro.
Entre estas acciones se encuentra avanzar en un diálogo nacional en EU sobre el control migratorio y la militarización de la frontera para desarrollar y promover soluciones y alternativas compartidas para poner fin a la crisis humanitaria en la frontera. Este diálogo incluye trabajo de enlace y discusiones en diferentes escenarios, conferencias y eventos de los movimientos por los derechos de los migrantes, la justicia social, ambiental y racial.