No admitiré una "dictadura de la partidocracia", dice
Habrá Constituyente en Ecuador, aunque me cueste el cargo: Correa
Quito, 7 de enero. El presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, reiteró este domingo su intención de lograr una Asamblea Constituyente que rechaza rotundamente el nuevo Congreso unicamaral, dominado por la oposición aunque tenga que dejar el cargo.
La Constituyente "fue el eje de nuestra campaña (...) le gente votó por eso", declaró Correa a la televisión local, al insistir en la necesidad de una reforma política "profunda", objetivo que consideró "inclaudicable".
Agregó que apenas asuma el poder, el próximo día 15, pedirá una consulta popular para definir la integración de la Constituyente la cual tendrá poderes incluso para disolver al Parlamento y destituir al propio mandatario para elaborar una nueva Carta Magna, pero adelantó que 80 por ciento de la población defiende su convocatoria.
Correa, quien tomará posesión el 15 de enero sin representación en el Congreso por no haber presentado candidatos a diputados, lanzó duras advertencias al Congreso al asegurar que no admitirá una "dictadura de la partidocracia".
El presidente electo acusó a sus opositores parlamentarios de armar una estrategia legislativa para destituirlo a fin de frenar su iniciativa de liderar un cambio político radical, y para ello, aseguró, apelan a resquicios legales del plan con el que espera cambiar al inestable mapa político del país.
Los partidos opositores controlan el Congreso de 100 miembros y han amenazado con retirar a Correa del cargo si finalmente aplica su plan porque la Asamblea Constituyente no está contemplada actualmente en la Constitución.
La iniciativa del Poder Legislativo es asumir directamente las reformas constitucionales para, entre otros puntos, cambiar el sistema de elección de autoridades, la democratización de los partidos políticos y la despolitización de los organismos de control.
Pero el líder nacionalista ha descartado un acercamiento con el Congreso y acusado a sus miembros de querer instrumentar reformas tibias para mantener un sistema político que ha provocado la destitución de tres presidentes desde 1996.
Ratificó, por otra parte, la conformación de una secretaría anticorrupción, y en cuanto al tema de las fumigaciones aéreas con glifosato que Colombia reanudó el 11 de diciembre en la zona de frontera común, señaló que es "un abuso entre hermanos" que debe ser solucionado, pero aseguró que no se han roto las buenas relaciones con ese país.