Ciudad Perdida
Dos proyectos; dos modos de gobernar
Los pendientes de Francisco Gil Díaz con la justicia
Hoy, denuncia del PRD-DF ante la Función Pública
Por ahí del mediodía de hoy, en las oficinas encargadas de investigar las transas de los funcionarios públicos, el secretario general del PRD en esta ciudad probará, una vez más, que en los gobiernos panistas hay absoluta impunidad para quienes infrinjan la ley, mientras pertenezcan a la mafia azul.
Hasta donde hemos logrado saber, Carlos Reyes Gámiz se presentará en las oficinas de la Secretaría de la Función Pública a denunciar una serie de hechos que podrían ser causa de la violación a la ley, y los más interesante del asunto es que la denuncia irá, directamente, en contra del ex secretario de Hacienda y Crédito Público, Francisco Gil Díaz, quien, siguiendo el ejemplo del entreguista Ernesto Zadillo Ponce de León, se ha contratado como empleado de uno de los bancos que mayores que mayores ventajas han sacado del país.
Vale la reacción rápida del funcionario partidista porque el PRD no es, ni con mucho, de los que se mueven con inmediatez para oponerse a hechos de extrema injusticia, como sería el caso del ex funcionario foxista, pero sin pretender que se caiga en el desánimo, hay que estar bien concientes de que el sello azul del ex funcionario es, ni duda cabe, el pasaporte a la impunidad.
Pero el defensor de Gil Díaz no está, como muchos creen, en Guanajuato, cuidando vacas, que es lo que mejor le sale. No, quien lo defenderá está en Los Pinos. Felipe Calderón también se la debe al oscuro personaje. Todo el terrible pasaje de la empresa ISOSA, igual que Hildebrando, fue pavimentado por Gil Díaz, y aprovechado por Calderón Hinojosa, así que la posibilidad de que se haga justicia no aparece como una posibilidad cierta.
Sin embargo, será importante para la ciudadanía estar informados no nada más del grado de impunidad al que han llegado los azules, sino las peripecias que engendró el ex funcionario para justificar su nuevo empleo. Por lo pronto, qué bueno que se haga la denuncia, qué bueno que se sepa hasta dónde llega la corrupción de estos panistas, pero qué malo que en este gobierno, comprometido y maniatado por la corrupción, nada vaya a suceder.
Una circunstancia que podría obrar en favor de la búsqueda de justicia por parte del PRD-DF son las cuentas pendientes que dejó Gil Díaz en el entorno azul. Entre los cercanos a Calderón hay quienes claman venganza contra el ex secretario, y más que tratar de cumplir con la ley, pretenden hacer pagar al hoy empleado bancario los malos ratos y los malos tratos de que fueron víctimas a manos del foxista que ahora pretenden juzgar, por lo que la ley les vale un pito.
Pero además, hay panistas que argumentan en su partido que el golpe a Gil Díaz sería la señal tan esperada por parte de los que aún quieren confiar en los azules, para tratar de darle un poco de legitimidad a Felipe Calderón, pero que conste, no se trata de ejercer a ley, sino de la venganza o del juego del poder, nada más, así que nadie se confunda.
Por el lado del PRD el asunto parece distinto. La denuncia que hará Reyes Gámiz tiene que ver con la idea del gobierno de combatir, a como dé lugar, la impunidad en todos los órdenes. Por eso, desde las oficinas de Marcelo Ebrard se ha propuesto iniciar algo a lo que se ha llamado medidas de segunda generación para el combate al crimen organizado.
Para ello se pretende crear un grupo de "inteligencia financiera" que pueda dar seguimiento al flujo de efectivo que se obtiene por medios ilícitos, en ese grupo tendría que hacer presencia la propia Secretaría de Hacienda, y permitiría a las autoridades cortar, en serio, el brazo financiero de las organizaciones criminales.
Se trata de seguir la huella al dinero sucio, llámese narcotráfico o cualquier otro delito, incluyendo a los de cuello blanco, para saber hasta dónde llega. Seguramente que si eso camina recibiríamos más sorpresas que las que tuvieron los niños el Día de Reyes. A ver si es cierto que se quiere combatir a la delincuencia con actos de gran calado, para no seguir con el juego de la guerritas, perdón, operativos, que poco sirven para frenar a la delincuencia, y nada para prevenirla. ¿Verdad que sí hay diferencias?