Marina Castañeda publica libro donde estudia el hecho
Crece la aceptación social a la homosexualidad, afirma sicóloga
La aprobación de la Ley de Sociedades de Convivencia para el Distrito Federal era inevitable, "porque México, al ser signatario de una serie de tratados internacionales acerca de derechos humanos, está sometido a una presión internacional para que las personas homosexuales tengan los mismos derechos legales que las parejas heterosexuales", afirma la sicóloga Marina Castañeda, autora del libro La nueva homosexualidad (editorial Paidós) que circular ya en librerías.
La autora sostiene en entrevista con La Jornada que "en general, en el mundo occidental hay una aceptación social cada vez mayor hacia la homosexualidad" y que la aprobación de la mencionada legislación, "una forma de unión civil, que no matrimonio" será el precedente "inevitable" de nuevas y más amplias legislaciones en favor de la comunidad homosexual.
Agrega que en los cuatro países donde se ha legalizado el matrimonio gay (Bélgica, Países Bajos, Canadá y España), con excepción de este último, "pasaron antes por alguna forma de unión civil. La aprobación de la ley de sociedades en convivencia puede ser visto como una transición hacia derechos más plenos.
"Los países que aun no han permitido la unión civil o el matrimonio o la adopción de hijos por homosexuales van a tener que hacerlo porque es el curso inevitable de las tendencias en materia de derechos humanos y leyes contra la discriminación."
Castañeda aclaró que la creciente integración social de los homosexuales a nivel mundial no significa que haya desaparecido la homofobia, pues la derecha toma a la homosexualidad como un "chivo expiatorio", considerando a los gays y lesbianas como culpables de todos los males de la sociedad.
La también historiadora explica que "existe una nueva homofobia que llamo reactiva, contra la aceptación de la homosexualidad. Es decir, cuando pasa una ley que permite el matrimonio gay, aumentan los crímenes homofóbicos, protagonizados por gente de derecha que se enoja porque se legalizó la homosexualidad o porque surgió un alcalde gay.
"La gente que se opone a la aceptación de la homosexualidad también se opone al aborto, a la anticoncepción, al divorcio, a la pérdida de valores y tradiciones, a la desintegración de la familia.
"Para la derecha, la homosexualidad encapsula todos los males del mundo contemporáneo, inclusive la violencia y las drogas; para ellos todo es culpa de los gays. Por eso, detrás de la homofobia están la saña y un gran resentimiento contra todos los avances sociales de los recientes 30 años: contra la equidad de género y los derechos de las mujeres, por ejemplo.