Usted está aquí: martes 9 de enero de 2007 Opinión México SA

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Carlos Fernández-Vega

Chávez agarró a Slim con los dedos en la puerta

Barbas a remojar ante el anuncio de la República Socialista de Venezuela

Ampliar la imagen El presidente venezolano Hugo Chávez, durante su participación en la ceremonia de presentación de sus nuevos ministros, ayer en Caracas Foto: Ap

Es inusual ver al magnate morder el polvo, pero tras nueve meses de espera a Carlos Slim se le desmoronó un jugoso negocio ­uno entre los muchos que le producen en Latinoamérica­, tras el anuncio que ayer hiciera el presidente venezolano Hugo Chávez.

Divulgado en los primeros días de abril de 2006 como uno más de sus éxitos en el negocio de las telecomunicaciones, dos de las principales empresas (Telmex y América Móvil) del tercer hombre más rico del mundo divulgaron el acuerdo con Verizon Communications para adquirir, en partes iguales, 28.5 por ciento de sus acciones en la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV) por un total de 676.6 millones de dólares en efectivo, y precisaron que de acuerdo con las leyes de aquel país, y posterior al cierre de la compra, "haremos una oferta pública para adquirir el remanente de los títulos en circulación de CANTV de todos los tenedores de las acciones al precio por acción pagado a Verizon y el remanente de Ads de CANTV al precio pagado por Ads a Versión". Sólo faltaba un trámite: la aprobación de dos organismos gubernamentales (Conatel, regulador de las telecomunicaciones, y Precompetencia, el encargado de evitar las concentraciones). Miel sobre hojuelas para Carlos Slim y la expansión de su imperio.

Una transacción similar al que el propio Slim armó para comprar Teléfonos de México, en diciembre de 1990. Pero algo le falló, porque la "inminente" aprobación de los citados organismos del gobierno venezolano una y otra vez se pospuso, hasta que ayer, a viva voz, el presidente Chávez dio respuesta: "hay que nacionalizar lo que ha sido privatizado", y en el primerísimo lugar del voluminoso inventario de empresas del Estado que en Venezuela pasaron a manos privadas aparece la Compañía Anónima Nacional de Teléfonos de Venezuela, "desincorporada" en 1991. Y la notificación chavista se dio en el marco de un anuncio de mayor trascendencia: la decisión de poner en marcha una reforma constitucional hacia la República Socialista de Venezuela en su próximo mandato (2007-2013), que arranca mañana miércoles.

Parece que a Slim lo agarraron con los dedos en la puerta, porque apenas el pasado 29 de diciembre Telmex y América Móvil aceptaron extender el plazo de oferta a Verizon, a pesar de que transcurridos casi nueve meses sus empresas no habían recibido la autorización de la Conatel y Precompetencia. Lo anterior, no obstante que el presidente Chávez advirtió en reiteradas ocasiones sobre la posibilidad de reestatizar CANTV y mandar de regreso a casa a la estadunidense Verizon.

Cierto es que no todo el negocio se le desmoronó, porque las compañías de Carlos Slim y el consorcio estadunidense concretaron la compra-venta de Verizon Dominicana (100 por ciento) y de la Telefónica de Puerto Rico (52 por ciento). Sin embargo, la adquisición de CANTV era estratégica, por ser su cabeza de playa para entrar de lleno al país sudamericano con su abultada lista de empresas, desde las restauranteras hasta las de infraestructura petrolera, que en México le generan espléndidos dividendos.

En América Latina y Estados Unidos las empresas de telefonía fija y móvil propiedad de Carlos Slim le reportan ventas no menores a 25 mil millones de dólares anuales. En el caso de CANTV, sumaría poco más de 3 millones de líneas fijas y alrededor de 5 millones de móviles, pero se lo echaron a perder. No debe preocuparse, porque ya se recuperará con alguna concesión que gentilmente le otorgue el gobierno mexicano.

En vía de mientras, el mandatario venezolano anunció que irá en pos de una reforma constitucional para crear la República Socialista de Venezuela, al tiempo que invitó a "desmontar el Estado burgués y crear otro comunal, socialista y bolivariano".

Más allá de Carlos Slim y sus empresas Telmex y América Móvil, otros multimillonarios mexicanos (orgullosamente Forbes) deben poner sus barbas remojar, entre otros, Eugenio Garza Lagüera y sus muchachos de Femsa-Panamco, Lorenzo Zambrano con Cemex, la siempre pía familia Servitje, de Bimbo, y hasta Emilio Azcárraga Jean, de Televisa, con sus intereses en Venevisión, del Grupo Cisneros.

Chávez también va en pos de la industria eléctrica y del control y dominio del proceso de mejoramiento de los crudos pesados de la faja del Orinoco, hoy en manos de trasnacionales, porque "hemos cerrado un ciclo y viene otro mucho más exigente y difícil, para cuyo éxito estamos empeñados a fondo".

Y tras el discurso de ayer, como por arte de magia, la Secretaría de Relaciones Exteriores anuncia que se "trabaja para reanudar el diálogo" con Venezuela.

Las rebanadas del pastel:

Al siempre impávido Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda con Fox, le ha calado hasta los huesos la cerrada crítica por haber aceptado, 33 días después de dejar dicho cargo público, la "invitación" del HSBC Holdings PLC de incorporarse a su consejo administración. Tanto, que se animó a dar su versión: "se han difundido opiniones que no se compadecen con los hechos... Participar en un consejo de administración no significa recibir órdenes de la institución, tampoco ser empleado de la misma... Se ha dicho que mi desempeño como consejero de HSBC violaría la Ley de Responsabilidades. No es el caso... Este punto merece atención especial por ser la parte central de muchos de los comentarios que se han vertido en la prensa: nuestra ley se refiere explícita y claramente a instituciones reguladas por las autoridades mexicanas; en el caso de HSBC se trata de una sociedad controladora extranjera de entidades financieras que no ha sido, ni es regulada, ni supervisada por alguna de las comisiones supervisoras mexicanas del sector financiero... Las funciones del consejo de HSBC Holdings PLC se desempeñan fuera del territorio nacional..." (como si eso cambiara la esencia).

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