En breve la iniciativa será presentada al gabinete y luego al Parlamento
Nueva ley petrolera iraquí permitirá la explotación de crudo a Occidente
HRW pide a Irak cesar las ejecuciones
Al Qaeda llama a sunitas de Bagdad a sublevarse
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Imagen de Saddam Hussein ejecutado obtenida de un sitio de Internet árabe
Foto: Ap
Bagdad, 8 de enero. El gobierno de Irak está a punto de aprobar una ley que proporciona a las compañías petroleras occidentales el derecho de explotar sus reservas de crudo, consideradas las terceras más grandes del mundo.
Inadvertida por la ola de violencia y la ejecución del derrocado presidente Saddam Hussein, el pasado 30 de diciembre, la nueva ley petrolera ha pasado por varios borradores, y se encuentra ahora en un punto para ser presentada al gabinete y posteriormente al Parlamento iraquí.
Las disposiciones de esta ley tienen una radical partida para los países desarrollados: bajo un sistema conocido como "acuerdos de producción compartida", o PSA (por sus siglas en inglés), las mayores empresas petroleras como British Petroleum y Shell, de Gran Bretaña, y Exxon y Chevron, de Estados Unidos, serán capaces de firmar acuerdos para extraer crudo iraquí por más de 30 años.
La posible introducción de esta ley, sería la primera en un país productor de petróleo de Medio Oriente. Arabia Saudita e Irán, el primer y segundo exportadores de petróleo del mundo, tienen un estrecho control de sus industrias y no permiten la cooperación extranjera, como los otros miembros dentro de la OPEP.
Algunos analistas temen que dada la debilidad de Irak para negociar, represente un acuerdo con pocos beneficios: "Irak podría terminar con muy malas consecuencias", indicó Greg Muttitt, de Platform, organización de derechos humanos y grupo que monitorea la industria del petróleo.
Muttitt indicó que la legislación petrolera iraquí fue asesorada por BearingPoing, firma consultora estadunidense contratada por el gobierno de Estados Unidos, quien tiene un representante que trabaja en la embajada estadunidense en Bagdad.
Por otro lado, al reiniciar el juicio contra seis ex autoridades iraquíes acusadas de haber matado a kurdos en la llamada operación militar de Anfal, el juez Mohammed Ureybi, en su primera orden del día, retiró formalmente los cargos contra Hussein.
"En virtud de la confirmación de la muerte del acusado Saddam Hussein, la corte decidió finalmente detener los procedimientos legales en su contra", declaró el juez.
El asiento reservado para Hussein en el banquillo de los acusados permaneció vacío, aunque "se sintió su presencia" al reproducirse una grabación en la cual, se dijo en el tribunal, el ex mandatario ordenaba a su ejército el empleo de armas químicas.
Entre los otros seis coacusados que participaron en la sesión 34 del juicio figura el primo de del ejecutado ex gobernante, Ali Hassan Mayid, conocido como Ali el Químico, por los ataques de gas contra pueblos kurdos en los años 80.
En el juicio por el caso Anfal, que comenzó en agosto de 2006, Hussein y seis de sus ex colaboradores fueron acusados de la muerte de hasta 180 mil kurdos en el norte de Irak. La campaña de Anfal incluyó la matanza de Halabya, en agosto de 1988, durante la cual fueron muertos miles de kurdos en un ataque con gas.
En tanto, Human Rights Watch pidió al gobierno iraquí que cese "inmediatamente" toda ejecución y denunció la actitud del primer ministro Nuri Maliki frente a las críticas internacionales luego que Hussein fue ahorcado.
A todo esto, un niño de 12 años se ahorcó accidentalmente en Arabia Saudita al simular la ejecución de Hussein, informó el diario Okaz.
De otro lado, la rama iraquí de la red Al Qaeda llamó a los sunitas en Bagdad a prepararse para hacer frente a un nuevo plan de seguridad anunciado por Maliki, para poner fin a la violencia en la capital, según un comunicado.