Presencia de mercurio en la Sierra Gorda amenaza la salud de habitantes: expertos
Querétaro, Qro., 8 de enero. Especialistas nacionales y extranjeros determinaron que existe contaminación con mercurio en la zona serrana de la entidad, debido a la extinta actividad minera de la región, lo que podría causar enfermedades crónicas en los habitantes.
Lo anterior forma parte de las conclusiones de la primera etapa de una investigación que realizan especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), del Instituto Geológico Nacional de Hungría y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El encargado de este proyecto de investigación y arqueólogo del INAH, Alberto Herrera Muñoz, indicó que el objetivo es conocer si hay mercurio en los municipios de la zona serrana, ante el abandono de minas que contienen este metal, y conocer el impacto a la población para tomar medidas.
Como parte de los trabajos de investigación que comenzaron a principios de 2006 se tomaron muestras de suelo y analizaron restos óseos de origen arqueológico de las zonas de Ranas y Toluquilla, ubicadas en el municipio de San Joaquín, donde se explotaba el mercurio.
Los resultados de la investigación sobre el impacto ambiental de este metal por la extinta actividad minera en la Sierra Gorda señalan que existen características que demuestran la presencia del mismo en las muestras.
La segunda etapa del proyecto, que ya iniciaron los especialistas, consiste en realizar estudios del agua y a algunos habitantes para conocer el impacto que tiene el mercurio en su salud.
Este metal afecta el sistema nervioso y puede provocar deficiencias motrices en las personas que lo consumieron indirectamente en su cuerpo; además la presencia del metal está asociado a enfermedades como anemias, artritis y deficiencias renales.
La explotación del mercurio fue una de las principales actividades económicas de algunos municipios de la Sierra Gorda de la entidad, principalmente en la demarcación municipal de San Joaquín.
La mayoría de las minas quedaron abandonas en la década de 1970, sin embargo, la proliferación de este metal está en el medio ambiente con el que se afecta la salud de los habitantes del lugar.