Sonrisas de felicidad e ironía marcaron el acto entre directivos
Una firma y un abrazo sellaron la reconciliación en el deporte mexicano
Una firma y una amplia sonrisa que se prolongó con un fuerte abrazo bastaron para que Felipe Muñoz y Carlos Hermosillo sellaran la nueva era de la reconciliación entre el Comité Olímpico Mexicano (COM) y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), por lo menos para este año.
En medio de la desorganización que imperó en la apertura del CNAR y ante la incapacidad para brindar el desayuno a cientos de atletas que, a decir del titular de la Conade, no se les sirvió porque "se levantaron tarde, como yo alguna vez lo hice cuando fui deportista'', en el acto predominaron las sonrisas, algunas de felicidad y otras de ironía, por el rencuentro de las cúpulas deportivas del país.
Uno de los alegres protagonistas fue el de boxeo, Ricardo Contreras, desafiliado del deporte federado, quien compartía el lugar destinado para los presidentes de federaciones ante la seriedad del dirigente de la Codeme, Alonso Pérez, quien cambió su discurso beligerante por llamados "a la concordia y el respeto a las instituciones''.
Pero aún más feliz y hasta confesó dormir "más tranquilo'' fue el Tibio Muñoz, al ver a su secretario general, lo que era muestra del "primer paso'' en los acuerdos que concretó con Hermosillo, a quien le pidió escuchar al ex directivo del baloncesto Jorge Toussaint, y a José Luis Aguilar, de deportes invernales, ambos desafiliados.
El pacto de concertación que tuvo como testigo de honor a Josefina Vázquez Mota, secretaria de la SEP, convocó lo mismo a diputados, directores estatales del deporte, y hasta al gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, quien anunció su intención de solicitar la sede de la justa Centroamericana y del Caribe de 2014, así como la construcción de un centro de alto rendimiento para remo y canotaje en Tuxpan; además, negó categóricamente que el equipo de futbol de la primera división de su entidad estuviera en venta.