Economía sólo beneficia a intermediarios y grandes empresas: industriales del ramo
Caos en el precio de la tortilla; llegó a $30 en Durango y 18 en Baja California
Alianza entre grandes tiendas para dar más barato viola ley de competencia, se quejan
Ampliar la imagen Tortilla, parte fundamental de la canasta básica de la familia mexicana Foto: Francisco Olvera
El precio de la tortilla siguió en el caos este miércoles. Mientras el gobierno federal anunciaba un incremento en la importación de maíz, un kilogramo del alimento se vendió ayer en 30 pesos en Durango y a 18 pesos en Baja California; en la capital del país y la zona conurbada se mantuvo entre 10 y 15 pesos. Industriales del ramo aseguraron que las medidas que piensa poner en práctica la Secretaría de Economía no tendrán un beneficio en la economía popular, aunque sí aumentarán las ganancias de los grupos que intermedian en el comercio de maíz y las grandes empresas productoras.
El alza en el precio de la tortilla puede ser considerada el primero de una serie de aumentos en productos agropecurios y de consumo básico para la población, coincidieron el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) y el sector de alimentos de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
La forma en que el precio de la tortilla se ha disparado en los últimos dos meses en noviembre costaba seis pesos el kilogramo ha puesto en evidencia que la estabilidad financiera no necesariamente se traduce en poder de compra.
A su vez, Víctor González Torres, el Doctor Simi, informó que a partir de este jueves en sus farmacias y centros nutricionales de todo el país venderá el kilo de este producto a cuatro pesos, lo que resta de este mes para ayudar a los que menos tienen. Venderá 50 mil kilos de tortilla diariamente hasta agotar existencias.
Rafael Ortega Sánchez, director general de la Cámara Nacional de la Industria de la Masa y la Tortilla (CNIMT), lo expuso en cifras: hasta antes de la liberalización del precio de la tortilla, ocurrido en el sexenio del ex presidente Ernesto Zedillo, un kilogramo de tortilla equivalía a uno por ciento del salario mínimo; en 2007, si el precio de referencia es el de la capital del país, un kilogramo del alimento equivale a 20 por ciento del salario mínimo (50 pesos).
El alza en el precio del alimento pretende ser paliada por el gobierno federal con un aumento en las importaciones de maíz, que viene sobre todo de Estados Unidos, y la venta a seis pesos en tiendas de autoservicio. Este tipo de acciones, según expresó Ortega Sánchez, beneficiará en mayor medida a las comercializadoras intermediarias de maíz y a las grandes empresas productoras de tortilla
Las acciones consideradas por el gobierno federal no llevarán un beneficio a la mayoría de consumidores, dijo. Las familias de escasos recursos, en especial las del medio rural (donde habita 20 por ciento de los 105 millones de mexicanos) no van a comprar tortillas a las tiendas de autoservicio, sino que lo hace en los pequeños establecimientos, donde el precio se mantendrá libre, añadió. Los autoservicios, dijo, sólo satisfacen 10 por ciento de la demanda nacional de tortilla.
El tipo de medidas que anunció el gobierno, cuestionó, rayan en el terreno de lo monopólico. "La Ley Federal de Competencia Económica prohíbe que las empresas se alíen entre sí para fijar un precio, así como que lleven a cabo una práctica que se llama depredación de precios, que es cuando se fija una tarifa por debajo de los costos de producción. Ambas prácticas fomentan la competencia desleal, pero ahora eso parece ser impulsado por las autoridades", dijo.
Impacto general en la economía
Ya hay evidencias de que el alza en el precio de la tortilla tiene un impacto general en la economía. Según un análisis de BBVA Bancomer, el principal grupo financiero del país, documentó que durante 2006 el alza en el precio de la tortilla contribuyó con un punto porcentual del incremento del Indice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), el indicador que registra el comportamiento de la inflación.
En 2006, la inflación fue de 4.05 por ciento; así, el alza en el precio de la tortilla representó 25 por ciento de la inflación en el periodo. La variación de la inflación es una variable fundamental de la economía, pues determina todo tipo de precios, desde las tasas de interés, los ajustes en los contratos de arrendamiento, tarifas de bienes públicos y negociaciones salariales.
Según el directivo de la CNIMT, la decisión del gobierno federal de aumentar la importación y acordar con dueños de autoservicios un precio abajo del mercado afectará a 70 mil pequeños propietarios de tortillerías y molinos de nixtamal en el país.
En la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, los diputados del Partido Acción Nacional negaron su apoyo a un exhorto, que finalmente fue aprobado por la mayoría del Partido de la Revolución Democrática, al Ejecutivo federal, Felipe Calderón, y al secretario de Economía, Eduardo Sojo, para que asuman su responsabilidad sobre el control del precio de la tortilla y tomen las medidas para garantizar el abasto del maíz y no se afecte al bolsillo de millones de mexicanos.
El punto de acuerdo, presentado al pleno por el diputado perredista Sergio Miguel Cedillo, establece que el incremento al precio de la tortilla es el resultado del manejo de la economía de un grupo de personajes que tienen como dogma de fe el privilegiar una serie de acciones que se han venido implementando desde 1982.
"Cuando se trata de apoyar a los banqueros sí se habla de apoyos directos, pero cuando se trata de rescatar a los productores nacionales se rechaza la implementación de subsidios directos a los productores de maíz", comparó el legislador en alusión a las declaraciones del secretario de Economía en las que descartó regresar al esquema de control de precios en los productos básicos y apoyar con subsidios a este sector.
Por su parte, el diputado local del PVEM Leonardo Alvarez Romo advirtió que el alza en el precio del maíz es sólo un pretexto para abrir a debate la introducción a México de maíz transgénico.
Alertó a la sociedad a no permitir que el gobierno federal cubra el desabasto del grano mexicano con importaciones procedentes de Estados Unidos, "toda vez que el 90 por ciento del maíz producido en ese país, está genéticamente modificado".
Apremió al gobierno federal a que en lugar de abrir las fronteras a productos transgénicos, ayude a los campesinos mexicanos a fomentar la producción para satisfacer la demanda interna sin afectar el bolsillo de las familias mexicanas, ya que en México se consumen diariamente 630 millones de tortillas de maíz.
Vienen más
Jaime Yesaki, presidente del CNA, advirtió en diversas entrevistas radiofónicas que no se descartaba un aumento de entre 15 y 18 por ciento aproximadamente en el pollo, así como en diversos productos pecuarios, por lo que demandó al gobierno federal tomar las medidas necesarias para diseñar políticas económicas de largo plazo para el campo que garanticen el abasto para la población.
En tanto, Ignacio Lastra Marín, presidente del sector de alimentos de Canacintra, manifestó que de darse un aumento en los productos agropecuarios afectaría al resto de los sectores productivos del país toda vez que aproximadamente la tercera parte de las empresas existentes en México están vinculadas con los alimentos.
"Existe el riesgo de que entremos a una escalada de precios, en una inflación difícil de controlar, que aunado a la desacelaración de la economía de Estados Unidos y la caída en el precio del petróleo debe ser analizada y atendida con alternativas inmediatas porque si no la carga impuesta al consumidor pondrá en riesgo el consumo y la cadena productiva y la cadena de valores", explicó.
Por lo pronto, dijo, que ya se están padeciendo los efectos de los incrementos en los insumos energéticos, granos y azúcar, por lo que insistió en que deben tomarse medidas cuanto antes para evitar el cierre de empresas.
Demandan legisladores estabilizar el precio y evitar más alzas a alimentos
Diputados y senadores de todos los partidos se manifestaron ayer en contra del incremento al precio de la tortilla, y demandaron al presidente Felipe Calderón que establezca mecanismos que permitan estabilizar el precio de este producto en el país y establecer dispositivos provisionales para evitar que continúe el alza de la leche, huevo, así como de las carnes de pollo, res y cerdo, en apoyo de la economía familiar y sin afectar a los productores.
Mientras que el Congreso Agrario Permanente y la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras consideraron que las medidas anunciadas por las secretarías de Economía y Agricultura no solucionarán el problema del incremento al precio de la tortilla ni detendrán los posibles aumentos en productos pecuarios. Demandaron acciones de control inmediato para los intermediarios y los especuladores, a los que responsabilizaron de especular con el precio del maíz.
"Favorecer las importaciones de maíz es como echar más gasolina al fuego, además los precios del grano en Estados Unidos están elevados", dijo Víctor Suárez Carrera, director ejecutivo de ANEC, y consideró que las medidas anunciadas por Sagarpa y Economía son sólo "publicitarias", pues lo urgente es replantear la política agrícola y salvaguardar la soberanía alimentaria del país.
En diversas intervenciones, los legisladores calificaron de "simplistas" las declaraciones del gabinete calderonista, que describió el incremento al precio de este producto como resultado de la oferta y la demanda, sin ponderar las repercusiones sociales que esta decisión tendría en el país. Además de que el grano es origen de tradiciones y costumbres y representa una derrama económica de 89 mil 634 millones de pesos al año.
La dirigencia nacional del PRD destacó que el alza de la tortilla es una "desvergüenza inaudita" y una demostración más de la enorme injusticia que priva en el país, pues mientras el nuevo sueldo de los consejeros electorales llegará a los 170 mil pesos, a la mayoría de los mexicanos se les incrementa el precio de un producto básico.
Expresó que dicho aumento es la consecuencia de la apertura comercial indiscriminada, "de haber quebrado a los productores nacionales, además de que en este año viene la libre importación, sin ninguna traba, del frijol, lo cual es catastrófico para los intereses nacionales y para nuestros problemas de sustento de alimentos básicos para la población".
Pide CAP frenar la especulación
Gerardo Sánchez, coordinador del CAP, destacó que el gobierno no puede estar al margen del daño a la economía de los más pobres por el incremento al precio de la tortilla y por eso tiene que subsidiar el consumo, pero también frenar la especulación de los grandes acaparadores, como Maseca y Cargill; "estas son medidas inaplazables".
Al igual que el director de ANEC, Sánchez demandó el establecimiento de un programa emergente para incrementar la producción de maíz durante los próximos años y excluir al maíz del TLCAN.
Sostuvo que esta situación fue provocada por decisiones equívocas de Aserca (Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria), la cual favoreció la exportación de 600 mil toneladas de maíz de Sinaloa que hizo Maseca a Estados Unidos y Sudamérica, las cuales adquirió en mil 600 pesos la tonelada, y también supo de las 500 mil toneladas de maíz blanco que fueron destinadas para consumo pecuario.
También Cargill que tiene capacidad de almacenamiento adquirió, entre julio y septiembre del año pasado, varios miles de toneladas a un costo de mil 700 pesos la tonelada y actualmente lo vende en 4 mil 800 pesos la tonelada a algunas tortillerías, ejemplificó el director de ANEC.
Max Correa, dirigente de la Central Campesina Cardenista (CCC), consideró que la determinación de la Secretaría de Economía de adelantar los cupos de importación de maíz blanco para bajar los precios es una medida "meramente coyuntural y mediatista que no resolverá el problema de fondo y sostuvo que ante los elevados precios del grano los engordadores de cerdo, de aves y los productores de huevo reaccionarán con la elevación de esos productos.
En tanto que, sindicatos afiliados a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) deploraron el aumento "desmesurado" que ha experimentado la tortilla y calificaron esta alza como una "gravísima señal".
Susana González G., Gabriela Romero, Ciro Pérez Silva, Matilde Pérez U., Karina Avilés, Carolina Gómez y Raúl Llanos, reporteros y Silvia Chávez, Saúl Maldonado y Antonio Heras, corresponsales