El presidente iraquí, por "retrasar" la ejecución de los dos colaboradores de Hussein
Rechaza Blair enviar más soldados a Irak
Ampliar la imagen Iraquíes oran en la tumba del ejecutado ex presidente Saddam Hussein, ayer en el poblado de Awja, en el norte del país ocupado Foto: Reuters
Londres, 10 de enero. El primer ministro británico, Tony Blair, se negó a enviar más tropas a Irak al afirmar que la que la situación en ese país no es la misma para Gran Bretaña que para Estados Unidos, mientras 21 personas, 11 de ellas peregrinos que regresaban de La Meca (Arabia Saudita) a la ciudad iraquí de Kerbala, fueron esta vez la víctimas mortales de la violencia en esa nación.
"La situación en Bagdad (donde operan las tropas estadunidenses) es diferente a la situación en Basora (provincia del sur del Irak donde están desplegadas la mayoría de las tropas británicas), pues no existe la misma violencia", dijo Blair.
Horas antes de que el presidente George W. Bush anunciara el envío de más de 20 mil efectivos a Irak, Blair adelantó que las operaciones de Gran Bretaña finalizarán en las próximas semanas.
El británico indicó que tras la finalización de las operaciones discutirá con el Parlamento las futuras acciones en Irak, lo que fue interpretado de que habrá una entrega de la segurida más tempranad a la prevista.
En tanto, hombres armados abrieron fuego contra dos autobuses de peregrinos iraquíes, en su mayoría sunitas, que regresaban de La Meca y dieron muerte a 11 personas y dejaron 14 heridos, anunció Akil Jazalil, gobernador de Kerbala, quien responsabilizó del ataque a líderes sunitas.
Otro grupo de peregrinos fue asaltado por los mismos atacantes, añadió el gobernador de Kerbala, ciudad mayoritariamente chiíta. Dijo que varios resultaron muertos, pero no precisó la cifra de víctimas.
En la norteña provincia de Tel Afar, siete personas fallecieron en dos atentados suicidas, mientras en la vecina Mosul una mujer y un enfermero fueron abatidos.
En Bagdad, un civil murió y tres resultaron heridos al explotar un coche bomba, además de que fueron hallados los cuerpos de nueve hombres; a la vez, el ejército estadunidense informó de la muerte hoy de uno de sus soldados, en un ataque en Diyala.
En Hila, miles de manifestantes salieron a las calles para defender la ejecución de Saddam Hussein, el 30 de diciembre. "Recibió lo que se merecía", gritaban.
En este contexto, el presidente iraquí, el kurdo Jalal Talabani, expresó su voluntad de retrasar las ejecuciones de los dos colaboradores de Hussein condenados a la horca, tras reiterar "por principio" su posición en contra de la pena de muerte.