Más testimonios de agresiones sexuales y amenazas, en documentos de la Limeddh
Nos amarraron de pies y manos, narran mujeres detenidas por la PFP en Oaxaca
Ampliar la imagen Marcha de familiares de detenidos por la PFP durante operativo en Oaxaca Foto: Octavio Vélez
Testimonios de los detenidos el pasado 25 de noviembre en Oaxaca revelan que muchos de ellos fueron hostigados y agredidos sexualmente por elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) desde el momento en que fueron aprehendidos y durante el traslado de Oaxaca al penal de San José del Rincón, en Nayarit.
"Me pegaron, me patearon, me sujetaron y me dijeron que no me moviera. Me pusieron un arma en la cabeza y amenazaban con que iba a morirme: '¡Te voy a partir tu madre!.. Ahorita te voy a coger', me dijo un policía", narra un chofer de 21 años detenido por policías federales.
En algunos testimonios, recabados por la Liga Mexicana de Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh) en el penal de Nayarit, y otros expuestos el pasado martes en la Cámara de Diputados durante el Foro por los Derechos Humanos en Oaxaca, decenas de víctimas narran las vejaciones y abusos a que fueron sometidos.
El joven chofer afirma que al ser detenido, los elementos de la PFP siempre amenazaron con agredirlo, inclusive de manera sexual: "me decían: 'órale, pinche gordito, estás bien bueno, te voy a violar'. Me torturaban diciendo que me iban a tirar por ahí, donde no me encontraran. Tuve mucho miedo, porque no sabía lo que iban a hacerme".
Un estudiante de 22 años describe que a él lo capturaron cuando se dirigía a solicitar trabajo a un bar, como mesero. Explica que cuando los policías federales lo vieron, le lanzaron "gases a quemarropa; empecé a asfixiarme y me tiré al piso. Luego me empezaron a patear y a dar macanazos en el cuerpo y me abrieron la cabeza".
El universitario narra que al llegar al penal de Nayarit, el camión en que los transportaron del aeropuerto se detuvo por un largo periodo, en lo que bajaban a las mujeres que iban en otro vehículo. "Mientras, los elementos (policiacos) nos decían que iban a meternos con los violadores y asesinos, que nos iban a echar a los perros. Después nos bajaron y nos aventaron al piso, cerca de los perros y de rodillas, y ellos diciendo groserías y burlándose".
Una mujer que se dedica a la serigrafía explica que el 25 de noviembre la detuvieron junto con una amiga. "Nos empezaron a pegar (los policías); les dije que no lo hicieran porque éramos mujeres, y ellos respondieron que no me quejara porque no sabía cómo les había ido a otras viejas".
La mujer agrega en su testimonio: "uno de la PFP le dijo a uno de sus compañeros. 'Mira, se ve que a ésta le encanta...', y en ese momento me metieron un palo entre las piernas, una y otra vez, y lo inclinaban hacia mi parte. Y después volvieron a comentar: 'mira, tiene buen culo'. Me quitaron los tenis y me dieron con el palo en mi pompa derecha".
Una estudiante de 21 años relata que fue detenida junto con su madre, y que la amenazaron con violarla: "nos iban diciendo palabras obscenas, como que éramos unas putas y perras, entre otras groserías (...) Nos metieron los toletes entre las piernas y también nos golpearon con ellos".
Otra mujer narra: "El transcurso de Oaxaca a Miahuatlán fue como de cuatro horas; durante ese tiempo nos martirizaron sicológicamente diciéndonos que nos iban a violar, que pertenecíamos a la APPO, que quién nos pagaba".
En otro de los testimonios, una educadora de 42 años decribe que durante el trayecto a Miahuatlán "me amenazaban, me insultaban, me picaban y tocaban las nalgas; nos sacaron fotos y nos entregaron a mujeres vestidas de civil. Ellas nos insultaban, nos amenazaban y nos amarraron de pies y manos".