Acepta que algunas de sus decisiones han provocado inestabilidad en el país invadido
Se hará caso omiso a objeciones del Congreso sobre política en Irak: Bush
Afirma que enviará más soldados a esa nación, pese a las críticas de los legisladores
Ampliar la imagen En la morgue del hospital Yarmouk de Bagdad, un hombre busca los cuerpos de sus familiares. Decenas de víctimas de tiroteos han sido trasladadas a ese nosocomio iraquí Foto: Reuters
Washington, 13 de enero. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, aseguró que seguirá adelante con su plan de enviar 21 mil 500 soldados adicionales a Irak, aunque el Congreso, controlado por los demócratas, intente detenerlo, y admitió que algunas decisiones de su gobierno abonaron a la inestabilidad en la nación ocupada desde 2003.
Bush aseguró en una entrevista con el programa 60 Minutes, de la CBS que saldrá al aire este domingo, que hará caso omiso a las objeciones del Congreso a la estrategia que tiene como objetivo poner fin a la violencia en Irak. "Entiendo completamente que (el Congreso) podría intentar detenerme, pero he tomado una decisión", respondió a la pregunta de qué haría si tuviera la autoridad para seguir adelante sin el apoyo de los legisladores.
Bush ha afrontado una férrea crítica desde que reveló su nueva estrategia para terminar con la violencia en la nación invadida, que ha cobrado la vida de más de 3 mil soldados estadunidenses en los casi cuatro años de guerra.
Además, el jefe de la Casa Blanca aceptó que decisiones de su gobierno abonaron a la inestabilidad en Irak desde la invasión, en marzo de 2003, pero subrayó que el haber derrocado a Saddam Hussein no fue un error.
Asimismo, advirtió a los demócratas sobre el recorte de fondos para la guerra en Irak, y dijo que quienes se oponen a su nueva estrategia deben presentar una alternativa "con mejores posibilidades de éxito. Oponerse a todo, al tiempo que se propone nada, es irresponsable", destacó durante su tradicional programa radial sabatino.
Por otro lado, de acuerdo con un comunicado del gobierno iraquí, en una primera reacción oficial, el plan del presidente estadunidense para Irak es fruto "de una visión común" con el primer ministro iraquí, Nuri Maliki.
En ese sentido, en un comunicado difundido por Internet días después del anuncio del refuerzo de tropas en Irak, la rama iraquí de la red Al Qaeda prometió "la derrota" de las fuerzas estadunidenses.
En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Manuchehr Mottaki, pidió a su homólogo iraquí, Hoshyar Zebari, que cesen las "acciones ilegales y aventureras" de Estados Unidos en el país invadido, tras el arresto de seis diplomáticos iraníes, informó el sábado la agencia Irna.
La secretaria de Estado estadunidense, Condoleezza Rice, en declaraciones al New York Times, destacó que los recientes ataques de tropas estadunidenses contra iraníes en Irak fueron autorizados por Bush.
"Hubo una decisión de ir tras esas redes", señaló Rice antes de salir de gira a Medio Oriente, y añadió que Bush dio la orden hace varios meses, después de ver un aumento de la actividad de iraníes en esa nación, refirió el Post.
Estados Unidos acusa a Irán de interferir en Irak mediante el suministro de armas y el entrenamiento de grupos chiítas.