Señalan que la solución está en el apoyo decidido al campo
Estrategia errónea, la importación del grano, aseguran investigadores
Es falso que el aumento en el precio de la tortilla dependa de la escasez de maíz en México, por lo que la disminución del precio de ese alimento básico no puede depender de incrementar la importación del grano, como lo propuso el gobierno federal, aseguraron investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y agregaron que dicha estrategia es errónea debido a que nuestro país es "autosuficiente" en la producción de grano blanco, azul y criollo, "aptos para su procesamiento".
María Elena Alvarez-Buylla, del Instituto de Ecología, dijo que el incremento en el precio de la tortilla se debe al uso de la variedad amarilla de esa gramínea como fuente de combustible y a las prácticas monopólicas que persisten en nuestro país, por lo que "lejos de inundar el mercado nacional con granos de baja calidad, el gobierno debería apoyar decididamente al campo", fomentando la producción nacional y su mejoramiento.
Subrayó que la medida gubernamental de incrementar la importación sin aranceles de ese grano "podrían significar una manipulación para que no haya resistencia alguna a su introducción".
"Aquí hay una mentira: la disminución del precio no puede depender de importar maíz que no se va a usar para hacer tortillas, ni de tener más cuando ya existe un excedente del grano blanco. El único que se compra es el amarillo, pero con éste no se elabora el alimento, sino que se utiliza para forraje y procesos industriales", aseguró la investigadora.
Indicó que las autoridades federales deben buscar la autosuficiencia en la producción de maíz blanco, que es de mejor calidad que el amarillo, porque al lograrla sería un argumento para sacar ese elemento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y contar con mayor independencia para establecer precios, apoyos al campo y una política más nacionalista de beneficio para los productores y consumidores mexicanos.
En ese sentido, Gerardo Torres, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, subrayó que en el mercado de la tortilla en México existe una competencia "casi monopólica", pues de los 9 mil millones de dólares que se generan al año, una sola empresa obtiene entre 70 y 80 por ciento de las ganancias.
Advirtió que este año "la situación será crítica" debido a la demanda humana y agroganadera de países como China y la India, además de la producción de etanol en Estados Unidos, pues esta nación dedica alrededor de 50 millones de toneladas de maíz para mezclar con combustible.
Por ello, el investigador propuso adoptar medidas políticas inmediatas e implementar acciones que contemplen la posibilidad de renegociar las cláusulas dentro del TLCAN.
Además, planteó que la administración calderonista impulse un programa de protección y fomento a la producción del grano blanco, amén de la diversificación de las fuentes de producción de harina y tortilla.
Torres también señaló que en el mediano y largo plazos se requiere un programa emergente de protección al salario y de estabilización de precios, "ya que se trata de un alimento estratégico para los mexicanos".
Por su parte, el investigador Luis Alberto Vargas, del Instituto de Investigaciones Antropológicas, se pronunció en este contexto y recordó que México "es el centro geográfico de origen y diversificación del maíz", pues el territorio nacional cuenta con la mayor variedad existente en el mundo de ese grano, con más de 50 linajes.
Destacó que los restos más antiguos de su polen fueron localizados cerca del valle de Oaxaca y datan de 7 mil 400 y 6 mil 700 años antes de nuestra era, en tanto que otros se remontan a 5 mil años, provenientes, en general, del centro del país.