Los estadunidenses dispararon sin motivo contra un grupo de connacionales
Con una rodilla destrozada, mexicano de 17 años escapa de cazamigrantes texanos
Ampliar la imagen Marcos Saúl Torres espera en Piedras Negras a que sus familiares lo auxilien Foto: Leopoldo Ramos
Piedras Negras, Coah., 15 de enero. Con un balazo que le destrozó la rodilla derecha, el guanajuatense Marcos Saúl Torres Quintanilla, de 17 años, caminó y se arrastró durante dos horas hasta encontrar una unidad de la Patrulla Fronteriza de Eagle Pass, Texas, cuyos agentes le prestaron los primeros auxilios.
El migrante no conoce la identidad de sus agresores ni los motivos que tuvieron para dispararle, cuando junto a otros siete paisanos descansaba en un paraje aledaño al río Bravo, que minutos antes habían cruzado nadando.
Todo ocurrió la noche del sábado. Ahora se encuentra en la cama 19 del centro de salud de Piedras Negras en espera de familiares que lo llevarán de regreso a Juventino Rosas, Guanajuato, su pueblo de origen.
"Acabábamos de cruzar, estábamos descansando. No le habíamos hecho daño a nadie, no habíamos tumbado cercas o robado algo, nada más estábamos echados en la tierra cansados de nadar, cuando de repente nos aventaron una luz muy fuerte, como de faro y nos empezaron a disparar", relata.
"Primero nos dispararon como a unos 300 metros (de distancia), pero luego se fueron acercando y nos seguían echando la luz y disparando. Oí como 25 o 30 disparos. Todo fue muy rápido", dice el migrante que se recupera de múltiples fracturas en la rodilla derecha.
Marcos Saúl sintió un golpe en la pierna y cayó. Dos amigos le ayudaron a levantarse para seguir corriendo. "No paramos hasta que dejamos de escuchar los disparos. Nos detuvimos y me di cuenta de la herida y también de que a mi tío (Jaime Quintanilla, de 24 años), le había tocado un balazo".
De los ocho que cruzaron la frontera, dos corrieron y no volvieron a saber de ellos. El resto caminó durante dos horas. "A ratos nos caíamos y nos arrastrábamos pero no dejábamos de avanzar hasta que encontramos a los policías que nos ayudaron", señala el guanajuatense.
De acuerdo con el secretario de Seguridad Pública de Coahuila, Fausto Destenave Kuri, los responsables podrían haber sido rancheros texanos que durante la noche operan como cazadores de migrantes que ingresan a sus propiedades en busca de refugio, agua o comida.
"No lo tenemos bien determinado, pero por la forma en como ocurrieron los hechos todo indica que se trata de una agresión en manos de cazamigrantes", señaló el funcionario estatal.
Marcos Saúl Torres Quintanilla apenas terminó su educación primaria y en su pueblo trabaja como agricultor. Sin embargo, dice, "ahí sí hay trabajo en el campo, en el cultivo de maíz, pero se paga muy poco".
Por ello, decidió, junto a otros siete guanajuatenses, todos amigos o familiares, aventurarse para tratar de llegar a Dallas, Texas, donde "dicen que hay mucho trabajo en los cultivos y que pagan mucho mejor que en Juventino Rosas".
"Pero ahora aquí estoy, con la pierna rota, sin poderla mover y lo que quiero es que lleguen mis familiares para poderme regresar a Guanajuato", comenta desde la cama del hospital.
¿Después de esto pensarías en volver a Estados Unidos?
No sé, primero quiero recuperarme, que el médico del pueblo me diga que voy a quedar bien y ya después veremos si me quedo a trabajar allá o lo vuelvo a intentar. Hay muchos en el pueblo que a la primera no lo logran, tienen que sufrirla dos o tres veces, pero finalmente llegan y se acomodan en algún trabajo en Estados Unidos.
¿Sentiste miedo?, pudiste haber muerto...
No sé si sentí miedo, lo que sí sé es que cuando escuchamos los primeros disparos todos corrimos, fue muy rápido, luego me pegaron en la pierna, pero no dejé de moverme; a lo mejor si me hubiera quedado quieto me hubieran pegado en otra parte del cuerpo y a lo mejor no la estuviera contando.
Los médicos del centro de salud de Piedras Negras aseguraron que las lesiones del guanajuatense tardarán más de dos meses en sanar, pero no existe riesgo de que pueda perder la pierna.
"Deberá permanecer en reposo, sujeto a medicación y quizá a algún tipo de rehabilitación para que pueda recuperar la movilidad en la pierna y pueda volver a caminar", explicó Miguel Maldonado Valdez, director del hospital.
Dijo que la otra persona que resultó herida de bala también fue atendida en ese nosocomio. "Tenía una herida por arma de fuego con orificio de entrada y salida en el muslo de la pierna derecha: su situación era menos delicada que la del menor de edad y a petición propia fue dado de alta".
De éste, sólo se sabe que se trasladó a su lugar de origen para informar a los familiares de Marcos Saúl sobre lo ocurrido.