Se destinarán $3 mil mdp, anuncia durante la firma del programa respectivo
Promete Calderón que se crearán dos millones de empleos formales en 2007
El gobierno subsidiará a las empresas con el pago de hasta 100% de cuotas al IMSS
Ampliar la imagen El presidente Felipe Calderón y miembros de su gabinete entonan el Himno Nacional después de la firma del programa Por la Generación del Primer Empleo Foto: Víctor Camacho
Con el nuevo programa de Primer Empleo, el gobierno federal subsidiará a las empresas que contraten trabajadores con el pago de hasta 100 por ciento de las cuotas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que les corresponde.
Para ello, el presidente Felipe Calderón anunció que se destinarán 3 mil millones de pesos en 2007, y prometió que por esa vía se crearán 2 millones de empleos formales en el país.
Aunque fue su principal bandera de campaña cuando era candidato presidencial, el programa fue de los últimos en presentarse en los primeros 45 días de gobierno. La ceremonia en la residencia oficial de Los Pinos significó también el encuentro del mandatario con la vieja guardia del sindicalismo obrero.
En el salón Adolfo López Mateos se podía ver lo mismo al cetemista Joaquín Gamboa Pascoe y al líder petrolero Carlos Romero Deschamps, que al dirigente del sindicato minero, Elías Morales.
Colocados en las primeras filas del salón, todos ellos fueron saludados de mano por el secretario del Trabajo, Javier Lozano, antes de la ceremonia. Fue ocasión inclusive para que el ex priísta hablara en nombre de los líderes sindicales y dijera que están dispuestos a negociar una reforma laboral.
El liderazgo obrero priísta demostró su rápida adaptación al régimen, porque en voz de José Luis Carazo Preciado, representante del sector obrero ante el Consejo Técnico del IMSS, lo elogió por haber dado su primer paso como "el presidente del empleo".
Luego de firmar el decreto de creación, Calderón explicó que beneficia sobre todo a los desempleados y al aparato productivo.
Sin embargo, las principales beneficiadas serán las empresas participantes que, en los hechos, dejarán de pagar al IMSS la parte que les corresponde de las cuotas obrero-patronales, aunque también deberán cubrir una serie de requisitos.
En primera instancia tendrán que ser empresarios mexicanos al corriente en el pago de sus obligaciones fiscales y de sus cuotas ante el IMSS, al momento de inscribirse y durante el tiempo que participen los trabajadores incorporados al IMSS, durante un lapso de entre 10 y 21 meses continuos a partir de la fecha de registro en el programa.
Además, deberá tratarse de un trabajador que no haya sido registrado previamente como afiliado permanente ante el instituto, o que represente un empleado adicional a la plantilla base del negocio registrada el mes anterior.
El subsidio se entregará durante un periodo máximo de 12 meses y su monto se determinará en función del salario base de cotización de los nuevos trabajadores.
De acuerdo con los lineamientos difundidos por el IMSS, no todos los niveles salariales tendrán acceso al mismo nivel de subsidio. Sólo los que reciban menos de 10 salarios mínimos tendrán posibilidad de 100 por ciento de descuento; de 10 a 14 salarios mínimos, 60 por ciento; de 15 a 19 salarios mínimos, 20 por ciento, y mayor a 20 salarios mínimos, 10 por ciento.
La entrega del subsidio se hará una vez que el trabajador cumpla nueve meses continuos de estar registrado en el programa.
Una vez que la empresa haga la solicitud, el instituto determinará el monto del subsidio y el pago del mismo se realizará mensualmente con depósito electrónico en cuenta de cheques, a partir del décimo mes de la contratación del trabajador y hasta por un periodo de 12 meses.
Los trabajadores que sean afiliados gozarán de los beneficios de cualquier empleado: servicios de salud, cobertura de enfermedades, maternidad, riesgos de trabajo, guarderías, además del derecho a recibir una pensión y demás prestaciones contempladas en la ley del instituto.
Por su parte, el secretario del Trabajo aprovechó la ocasión para anunciar que los dirigentes obreros están convencidos de impulsar las reformas laborales necesarias para mejorar la competitividad del país.
"Ellos mismos, estos liderazgos aquí presentes, me han pedido en muchos de los encuentros que hemos sostenido que comunique a usted que no podemos ni debemos continuar en un regimen legal que muestra signos claros de obsolescencia y que, inclusive, premia e incentiva la simulación en las relaciones laborales y en el trabajo."
Todos los líderes obreros, según Lozano, están conscientes de la necesidad de garantizar además, la viabilidad financiera de las instituciones de seguridad social.
Aunque aclaró que esta reforma no implica renunciar a conquistas sindicales como la contratación colectiva, la autonomía sindical y el derecho de huelga.