Es un error de Prodi: miembros de la coalición de gobierno
Italia permitirá la ampliación de la base militar de EU en Vicenza
Roma, 17 de enero. El presidente del consejo de ministros italiano, el centrozquierdista Romano Prodi, autorizó la ampliación de la base militar estadunidense de Vicenza, al norte de la península, lo que desató una polémica.
Prodi, que se había tomado hasta el viernes para anunciar oficialmente su decisión, adelantó su consenso al martes en la noche pese a la oposición de parte de sus aliados, en particular los verdes y los comunistas.
Para muchos observadores, Prodi decidió autorizar la ampliación de la base militar con el objetivo de distender las relaciones con Estados Unidos, país con el que ha tenido enfrentamientos por su política exterior, en particular por la intervención en Somalia, ex colonia italiana, y su nuevo plan para Irak.
"Al aplazar la decisión se corría el riesgo de tensar las relaciones con la adminmistración de George W. Bush", escribió este miércoles en un editorial el diario La Repubblica.
Después del anuncio varias manifestaciones en favor y en contra se llevaron a cabo tanto en Roma, frente a la sede del Parlamento, como en Vicenza, donde unas cinco mil personas salieron a protestar pacíficamente.
"El gobierno italiano no se opone a la decisión tomada por mi predecesor (el magnate conservador Silvio Berlusconi) y apoyada por la alcaldía de ampliar la base militar de Vicenza", declaró Prodi el martes por la noche a un grupo de periodistas italianos en Bucarest, capital de Rumania.
La decisión fue aplaudida por la oposición de centro derecha, que considera clave la alianza incondicional con Estados Unidos y el gobierno de George W. Bush.
El embajador de Estados Unidos en Italia manifestó igualmente su satisfacción por la decisión del jefe de gobierno italiano. "Las relaciones entre Italia y Estados Unidos dieron un paso hacia adelante", aseguró Ronald Spogli, embajador de Estados Unidos en Italia.
El gobierno de Prodi, que ha manifestado siempre su oposición a la guerra en Irak y sacó a su contingente de ese país, ha sido acusado por el gobierno anterior de ser "antiestadunidense".
Ante el anuncio, los sectores más radicales de la coalición gubernamental, entre ellos los verdes, acérrimos pacifistas, anunciaron que darán batalla.
"Es una decisión desastrosa", protestaron ante el Senado en un declaración conjunta los voceros de los Verdes y del Partido de los Comunistas Italianos, Manuela Palermi y Natale Ripamonti, respectivamente, quienes se oponen a la política estadunidense de desplegar tropas por el mundo en la lucha contra el terrorismo.
"Es una bofetada para los pacifistas", comentó Fausto Bertinotti, presidente de la Cámara de Diputados y líder histórico de Refundación Comunista.
Los sectores moderados de la izquierda también manifestaron su decepción, entre ellos Democráticos de Izquierda, el mayor partido de la coalición cuyo líder, Piero Fassino, apoya la idea de celebrar un referéndum sobre el tema.
La ampliación de la base, que aloja 2 mil 750 militares de la 173 Brigada Airborne estadunidense, deberá permitir hospedar a mil 800 militares que actualmente están en Alemania.
Además de los pacifistas, también los ecologistas criticaron la decisión, ya que consideran que la base afecta el equilibrio ambiental de la zona y se encuentra demasiado cerca de la ciudad.
Si bien los aliados del gobierno de centro izquierda encabezado por Prodi están irritados, la oposición de derecha se jacta de haber obtenido una victoria.
Para algunos editorialistas, detrás de la decisión hay fuertes intereses económicos, entre ellos un contrato por millones de dólares para la fabricación de aviones de carga para el ejército estadunidense con la italiana Finmeccanica, asociada con la estadunidense Lockheed.