El ex policía anuncia que interpondrá una demanda
Pavón Reyes, delincuente de alta peligrosidad, dice la DEA
Las autoridades de Estados Unidos siguen empeñadas en capturar al ex comandante de la disuelta Policía Judicial Federal, el mexicano Armando Pavón Reyes, acusado de la muerte del agente estadunidense Enrique Camarena Salazar, ocurrida en 1985, pese a que en noviembre pasado el gobierno de nuestro país avaló la opinión de un juez federal y negó la extradición del ex jefe policiaco.
Una vez que el gobierno del vecino país del norte fue notificado de la negativa de extradición de Pavón Reyes, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), división Los Angeles, subió a su página de Internet la fotografía del ex comandante, y la ubicó en la lista de los fugitivos más buscados por la policía estadunidense a escala mundial.
En tanto, Avelino Pavón dijo ayer a La Jornada que desconoce el motivo por el cual la DEA subió a Internet la foto de su hermano Armando.
Agregó que en breve interpondrán una demanda civil para exigir a las autoridades mexicanas y estadunidenses una indemnización de 100 millones de dólares por concepto de la reparación del daño moral y económico que sufrió el ex comandante con las "falsas imputaciones".
Dijo que también exigirán una disculpa pública internacional, porque "nunca le pudieron demostrar nada a mi hermano, quien ahora está desempleado y quedó denostado en su persona".
Aclaró que entre los planes de Armando Pavón "no está para nada ir a Estados Unidos; ahora quiero hacer público que mi hermano tienen el temor que lo secuestren y se lo lleven allá (al vecino país), y por eso pedimos a las autoridades mexicanas que tomen las medidas pertinentes".
En la página de Internet de la DEA, las autoridades estadunidenses refieren que Pavón Reyes es cómplice de una organización delictiva que ha distribuido toneladas de mariguana y cocaína en Estados Unidos, desde Colombia, Costa Rica y México.
También lo señalan como uno de los responsables de haberse confabulado con otros funcionarios mexicanos, en Guadalajara, Jalisco, para secuestrar y asesinar a Camarena, quien descubrió la estructura del cártel que encabezaba Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca, Don Neto.
Las autoridades estadunidenses advierten en su página electrónica que Pavón Reyes es un delincuente "sumamente peligroso", por lo que en caso de que alguna persona lo identifique en la calle, "debe comunicarse al US Marshals al número telefónico 1-877-Wanted2 (1-877-926-8332)".
En noviembre pasado, la Secretaría de Relaciones Exteriores negó a Estados Unidos la extradición de Pavón Reyes, y para ello se valió de la opinión jurídica emitida tres semanas atrás por el juez federal Alejandro Hernández Loera, en el sentido de que no procedía la petición porque la solicitud que en su momento presentó a México el Departamento de Justicia de Estados Unidos no se encontraba ajustada a los términos del tratado de extradición entre ambos países.
Pavón Reyes fue detenido el 26 de junio de 2006 en la ciudad de México. Una semana antes, el canciller Luis Ernesto Derbez recibió un escrito de las autoridades estadunidenses en el cual aseguraban que el ex policía "obstruyó y demoró" en 1985 la indagatoria sobre la desaparición del mencionado agente especial, incluso después de que el narcotraficante Caro Quintero escapó de México.
Dos testigos protegidos que sirven a Estados Unidos habían declarado que Camarena Salazar y Alfredo Zavala Avelar (piloto de la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos) fueron torturados el 7 de febrero de 1985, y que Caro Quintero fue una de las personas que interrogaron al agente de la DEA.
Armando Pavón Reyes iba a ser juzgado en Estados Unidos por delitos equiparados en México a la delincuencia organizada, asociación delictuosa y encubrimiento, los cuales, sin embargo, ya prescribieron.
Después de cuatro meses de reclusión, Pavón Reyes recuperó su libertad y advirtió en conferencia de prensa, el pasado 2 de noviembre, que: "Me inventaron pruebas en Estados Unidos después de mi detención; mis acusadores dijeron que me apodaban El Chino, por mi cabello, pero véanme, soy lacio; si hubiera un tantito de responsabilidad mía en el caso de Camarena, ¡carajo, no estaría gritando esta injusticia ante ustedes!"