En 63 minutos y con sets de 6-1 y 6-2, la estadunidense gana su octavo Grand Slam
Serena Williams arrolla a Sharapova en la final del Abierto de Australia
Ampliar la imagen La rusa Maria Sharapova sufrió ante los embates de la estadunidense Serena Williams Foto: Ap
Melbourne, sabado 27 de enero. La estadunidense Serena Williams se convirtió hoy en campeona del Abierto de tenis de Australia por tercera vez en su carrera, al superar completamente a la rusa Maria Sharapova por 6-1 y 6-2 en apenas 63 minutos de juego.
Con este logro, Serena se convierte además en la segunda jugadora que no era cabeza de serie y que gana en Melbourne, después de Chris O'Neil, en 1978. Mientras Sharapova, de 19 años, era la primera rusa que disputaba la final del Abierto de Australia. La tenista número uno del lunes, no logró hacerse de un tercer título de Grand Chelem, después de Wimbledon, en 2004, y del torneo de Estados Unidos, en 2006.
Serena empezó arrolladora desde el principio, con un poderoso servicio y atacando sin respiro con devoluciones ganadoras el endeble saque de Sharapova, impotente ante la agresividad y el acierto de Williams. La estadunidense estaba motivada y decidida a ganar el título una vez plantada en la final.
Williams dominaba el juego con sus golpes ganadores, su buen porcentaje de primer servicio y sus moderados errores no forzados. La rusa parecía de cristal y mientras se preguntaba qué hacer para meter en la cancha un primer saque se vio de repente con un 5-0 en contra.
Habían pasado 26 minutos y la estadunidense ganaba la primera manga por 6-1.
Se preveía una final rápida en el Rod Laver Arena. Serena ya había jugado la final de 2005 en Melbourne, la última vez que ganó un título de Grand Slam.
Williams era más que fuerza y físico. Se había guardado el mejor partido para la final. A su músculo añadía cerebro, sabía cómo hacer daño a la rusa, que, incapaz de ganar su servicio, se vio 2-0 abajo en el segundo set.
"El servicio será clave, tendré que sacar bien", profetizó Sharapova. Pero no sólo era el saque, la favorita en la final no pudo controlar sus golpes y no encontró tiros ganadores. Era difícil reaccionar así, por ello, Serena, siempre sólida, se escapó 5-1.
Sharapova forzó un poco más para el 5-2. Williams sirvió para llevarse el título y lo hizo con un juego en blanco, sin oposición, como durante todo el partido, en el que logró 28 golpes ganadores por los 12 de su rival. Con este triunfo, la estadunidense saltará el lunes del puesto 81 al 14 en la clasificación mundial, la confirmación de su regreso a la elite.
Con este logro, Serena suman su octavo título de Grand Slam: Melbourne (2003 y 2005), Estados Unidos (1999 y 2002), Roland-Garros (2002) y Wimbledon (2002 y 2003). La menor de las hermanas Williams ganó este sábado su primer torneo en dos años. Lesionada la mayor parte del tiempo, en este lapso no había logrado siquiera llegar a una final.