"México, un megacasino incesante"
La organización social Di no a los Casinos envió una carta a las ministras Olga Sánchez Cordero y Margarita Luna Ramos, en la cual advierte sobre los riesgos de las casas de apuesta.
El lunes pasado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió que es constitucional el Reglamento de la Ley de Juegos y Sorteos, elaborado en el gobierno foxista, con base en el cual la Secretaría de Gobernación autorizó permisos en favor de siete empresas para la apertura de más de 200 bingos.
Las ministras impulsaron el proyecto del fallo del máximo tribunal del país.
Daniel Olivares, coordinador de Di no a los Casinos y estudioso de la problemática derivada de la ludopatía (enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud), consideró que la SCJN tuvo una interpretación "aberrante, obtusa y abusiva", porque el reglamento avalado se contrapone al espíritu de la ley de 1947, es decir, impedir el funcionamiento de salas de apuestas permanentes.
Tras la "luz verde" de la SCJN, ahora podrían operar libremente en el país centros remotos en donde se realizan apuestas "de modo incesante".
Para que lo entienda mejor señala Olivares en la misiva, los juegos no continuos son aquellos que permiten un espacio de tiempo suficiente entre cada evento para que el jugador tenga la posibilidad de pensarlo dos veces antes de comprometer su patrimonio en una nueva apuesta. Los casinos, advierte, no constituyen un negocio para la sociedad.
"Señoras ministras, lo más detestable es que el principal beneficiario fue Televisa, empresa que está ahora en condiciones de convertir cada casa en un casino mediante la simple interacción televisión-teléfono.
"Tan monstruosa concentración no se da en ningún país del mundo, y convierte a México en un megacasino incesante... Su mandato es hacer justicia y no poner a la sociedad a merced de los mercaderes de esa adicción", agrega Olivares.