Ser ofensiva, como es mi juego, fue la clave de la victoria, dijo
Lucharé por ser de nuevo la número uno: Serena Williams
Ampliar la imagen Serena Williams se coronó por tercera vez en Australia Foto: Ap
Melbourne, 27 de enero. La triple ganadora del Abierto de Australia, la estadunidense Serena Williams, advirtió que de ahora en adelante será insaciable en las canchas de juego, porque desea ser de nuevo la número uno mundial.
"Es difícil batirme, porque tengo un estilo y un juego únicos'', dijo la tenista, cuando le preguntaron cuál fue la estrategia para derrotar cómodamente a la primera raqueta del orbe, la rusa Maria Sharapova, por un claro 6-1 y 6-2 en 63 minutos que duró el encuentro.
Williams, quien llegó al primer Grand Slam del año sin ser una de las preclasificadas y 139 del orbe, escalafón que ascendió al puesto 81 de la WTA tras ganar el certamen australiano, como lo hizo en 2003 y 2005, comentó sentirse muy feliz porque estaba convencida de que vencería a Sharapova.
"Mi plan fue simplemente hacer mi juego, por primera vez en todo el torneo. Así es como juego, agresiva, así me enseñaron mis padres a jugar'', señaló sonriente en la rueda de prensa donde se presentó con su trofeo y con elegante vestido blanco, dejando atrás su ceñido uniforme color lima.
Su hermana Yetunde, asesinada en 2003, fue su fuente de inspiración y por eso le dedicó la victoria de su octavo Grand Slam, en la que demostró que no sólo es una luchadora, sino que está de regreso y quiere ser número uno de nuevo.
La final masculina parece prometer dos escenarios posibles o la mejor exhibición de golpes de la que se tenga memoria, cuando el maestro suizo Roger Federer enfrente al gallardo chileno Fernando González en el Rod Laver Arena para conseguir su décimo torneo de Grand Slam.
Si la primera raqueta mundial logra revalidar el título derrotando al noveno en la ATP, igualará a Bill Tilden en el palmarés de mayor número y estará a sólo cuatro del récord de Pete Sampras.
González, por su parte, parece afrontar la final con serenidad, pues haber perdido las nueve veces que ha jugado contra el helvético puede hacer mella en la solidez mental del bombardero chileno.
Y es que también busca lograr una hazaña histórica: ganar el primer título de Grand Slam para Chile y desatar la histeria colectiva en su país antes de que Rusia viaje a Santiago dentro de dos semanas para comenzar a defender su cetro de Copa Davis.
Los gemelos estadunidenses Bob y Mike Bryan hicieron bueno su papel de máximos favoritos y repitieron el título de dobles al vencer a la dupla formada por el sueco Jonas Bjorkman y el bielorruso Max Mirnyi por un doble 7-5.