Usted está aquí: martes 30 de enero de 2007 Ciencias Proponen plan para rescatar las lagunas en la ciudad de Veracruz

Consideradas insalubres por mucho tiempo, esos ecosistemas han sido despreciados

Proponen plan para rescatar las lagunas en la ciudad de Veracruz

El proyecto de Clorinda Sarabia, basado en los valores ecológicos, económicos y culturales de esos sitios, algunos en peligro de extinción

No se consideran bien nacional, señala

Ampliar la imagen Vista aérea de Lagartos, una de las lagunas que sobreviven en la ciudad de Veracruz Foto: Archivo de la doctora Clorinda Sarabia Bueno

Ampliar la imagen La desaparición de esos ecosistemas está estrechamente relacionada con el crecimiento demográfico, pues al extenderse la marcha urbana se interrumpe el ciclo del viento. En la imagen, otra vista aérea de Lagartos Foto: Archivo de la doctora Clorinda Sarabia Bueno

CAROLINA CRUZ ESPECIAL

Veracruz, Ver., 29 de enero. De niña, Clorinda era llevada por sus padres a jugar en los médanos y lagunas que rodeaban el poniente de la ciudad de Veracruz; de ese entonces recuerda: "Nuestros juegos consistían en rodar primero por lo médanos y luego pasar a las lagunas, donde recogíamos tunas y otras frutas, tortugas, pececitos y flores".

Ahora, Clorinda Sarabia Bueno, catedrática de la Facultad de Medicina, Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Veracruzana, investiga el sistema lagunar de la ciudad, en el marco de una propuesta de manejo para el proyecto de gestión ambiental, trabajo con el que obtuvo el grado de doctora en ciencias con especialidad en agroecosistemas tropicales por el Colegio de Posgraduados del campus Veracruz.

La académica propone la construcción de un plan de rescate con base en la intervención, vivencias, compromiso e interacción, aunado con la praxis (clave de un conocimiento profundo y crítico), cuyo enfoque sea proactivo (gestión ambiental) y que cuente con la participación de los actores para la transformación en beneficio de ellos y del sistema lagunar. El objetivo es la solución de problemas concretos de la vida cotidiana, considerando valores ecológicos, económicos y culturales en una marco de desarrollo integral.

Según la historia oral ­y la memoria de los abuelos de la investigadora­ hace unos cien años las lagunas eran más de 200, y su principal característica era ser "caminantes", esto es, así como aparecían, desaparecían, una de las razones por las cuales se desconocía el número exacto. Actualmente, de acuerdo con el Sistema de Agua y Saneamiento Metropolitano son 30, todas de origen dunal, orientadas por la influencia eólica de norte a sur.

Sarabia explica: "No eran iguales a todas las lagunas; éstas se formaban entre las crestas de los médanos y su agua era suministrada por el manto freático y pluvial, el viento al llegar levantaba la arena de los médanos y brotaban las lagunas". Su desaparición está estrechamente relacionada con el crecimiento demográfico, pues al extenderse la mancha urbana se interrumpió el ciclo del viento y se acabaron los médanos. Otro motivo fue la contaminación, especialmente la doméstica.

Pérdida gradual

Las lagunas forman parte de los humedales, amplia variedad de ecosistemas, entre los que se encuentran los manglares, arrecifes, lagunas costeras y turberas. Son hábitats interiores, costeros y marinos que comparten ciertas características, entre ellas una profundidad no mayor a seis metros y poseer plantas hidrófitas. Generalmente se les identifica como áreas que se inundan temporalmente, donde la capa freática aflora en la superficie o en suelos de baja permeabilidad y profundidad cubiertos por agua.

"Con frecuencia las causas inmediatas de la pérdida de humedales son fruto de los efectos de la ignorancia, fuerzas económicas y decisiones políticas. El crecimiento demográfico y la urbanización se están comiendo la naturaleza. De esta forma el ecosistema urbano convive conflictivamente con su ecosistema vecino: el medio rural. Entre ambos existe una interfase que se puede denominar periurbana, en la cual no sólo se produce consumo de materia (suelo), sino descomposición o depredación: recursos y paisajes valiosos son desplazados, destruidos o contaminados por la sobrecarga y el avasallamiento de la ocupación intensiva del suelo y las actividades urbanas".

Como ecosistema, esas lagunas captaban el agua de lluvia, evitaban inundaciones al impedir que el líquido escurriera hacia el centro de la ciudad, eran hábitats de aves migratorias, entre ellas algunas de las especies rapaces más grandes del mundo que llegaban a Veracruz. Además de que sirven para la fertilización del suelo, y elevan los valores culturales y estético del paisaje.

Histórica animadversión

Sin embargo, las lagunas nunca fueron bien apreciadas, hay documentos que señalan: "El puerto y la ciudad de Veracruz han gozado de una mala fama de insalubridad, malos olores y enfermedades debido a los humedales que la rodean" (Pasquel, 1959, y Cruz, 1998).

En los siglos XVII y XVIII el repudio fue mayor. Diferentes narraciones recopiladas por la doctora Sarabia, que dejaron los viajeros, como el italiano Giovanni Francisco Carreri y el alemán Alejandro de Humboldt (Cruz, 1998), refieren lugares con las características de las denominadas lagunas interdunales y dunas: "(...) las inmediaciones de Veracruz eran todavía de una 'aridez espantosa' y que estaba rodeada la ciudad de 'méganos', lejos de ser enteramente áridos eran pantanosos en las zonas donde convergían las aguas de lluvias que se filtraban por los 'méganos'... dichas áreas como los charcos de las lagunas de La Hormiga, El Espartal, la ciénaga de Ajova y el Cenegal de La Tembladera, podían ser focos de infección (...)"

En 1864 la baronesa Paula Kolinitz, dama de compañía de Maximiliano y Carlota, describió el puerto donde llegaba el emperador de esta manera: "(...) La Villa Rica de la Veracruz, fundada por Cortés, es uno de los lugares más maléficos y malsanos del mundo. Ocho largos meses al año reina la fiebre amarilla, disminuyendo las filas de los pobres europeos, así como las de los mexicanos nativos del altiplano (...). Para los veracruzanos son inocuas las fatales miasmas. Las razones por las cuales el terrible morbo florece con tanta fuerza deben buscarse en las altísimas dunas que impiden el libre curso del aire, en las marismas que circundan toda la ciudad y de las cuales, por la putrefacción de las plantas, el aire se impregna de mortíferas exhalaciones; en el agua malsana y en el excesivo calor... Cuanto más se acercaba uno a la ciudad, más pestilente se hacía el olor." (Estrada y Zenea, 1994).

Algunos testimonios

Estos son algunos de los testimonios del poco aprecio del valor para el medio ambiente de las lagunas, los cuales generacon animadversión hacia estos cuerpos de agua circundantes a la ciudad, explica la doctora Sarabia. Fua a finales del siglo XX cuando aparece en el ánimo de algunos pobladores el deseo de salvaguardarlas.

Aunque existen estudios sobre lagunas interdunarias, la mayoría son europeos, y es el estudio realizado por la doctora el más completo.

"En la actualidad la ciudad de Veracruz ya sólo cuenta con una veintena de lagunas (humedales) que suman 1463 hectáreas, llamadas por los pobladores de diferentes maneras: Lagartos, Tarimoya, La Colorada, Las Conchas, Dos Caminos, El Encanto (antes conocida por los habitantes como Chedraui), La Ilusión, Ensueño, Coyol, Caracol, Del Encierro, Laguna D, Olmeca (ahora nombrada Real), Malibrán, Parque Vivero o Miguel Angel de Quevedo, Unidad habitacional de Marina, Del Carmen, Club de Tiro, Puerto Seco entre otras".

Pero la existencia de algunas está amenazada por la demanda de recursos, agua, energía y suelo, contaminantes en afluentes de agua y sobrexplotación de los mantos acuíferos, que las siguen deteriorando y algunas, como Club de Tiro, Río Medio y Caracol están en peligro de desaparecer.

Tanto Veracruz como Boca del Río gozaban de estos recursos naturales. Lo que es actualmente el panteón particular, la escuela José Azueta y el Fraccionamiento Floresta, eran sitios interdunales. Entre las desparecidas están: El Espartal, La Hormiga, La Ajova y La Barca y Vergara.

En opinión de la experta en el sistema lagunar de la ciudad de Veracruz hace falta un marco jurídico para regular el cuidado y protección de ese tipo de sistemas. Como las lagunas son de origen eólico no cumplen con las características hidráulicas e hidrológicas necesarias para ser considerarlas bien nacional, de jurisdicción federal, para que las administre la Comisión Nacional del Agua, ya que este organismo sólo considera para ese fin las lagunas con flujo permanente de agua que llega al mar.

Sarabia Bueno propone: "Se sugiere que el cabildo cree un decreto para que el sistema lagunar de la ciudad de Veracruz sea área natural protegida. Inclusive, varios de los sitios pueden ser propuestos como sitios RAMSAR. Se recomienda que se hagan estudios económicos tanto de la conservación y/o restauración de las lagunas y se gestionen los recursos, y que se se realice una investigación para la aplicación del plan de manejo de esos ecosistemas".

Atraen atención

En mayo de 2005, en la sesión ordinaria de Cabildos del Ayuntamiento de Veracruz, se llegó a un acuerdo, que especifica que el mantenimiento, limpieza y desazolve de las lagunas estará a cargo del Sistema de Agua y Saneamiento Metropolitano, y la protección y resguardo será tarea del H. Ayuntamiento de Veracruz, mediante el departamento de ecología, cuyo plan de trabajo incluye las lagunas como uno de los puntos importantes a desarrollar.

El 2 de febrero de 2006, la Organización Mundial de Protección y Humedales RAMSAR, declaró al Sistema Lagunar de la ciudad de Veracruz el quinto sitio RAMSAR aprobado en la entidad y el número 1450 a escala mundial. La Universidad Veracruzana, que comenzó por medio de la doctora Clorinda Sarabia Bueno los trámites para tal designación, será la encargada de continuar las labores de monitoreo de contaminantes y aguas domésticas con la finalidad de dar seguimiento a la situación de las lagunas y sugerir las acciones a desarrollar. La investigadora espera que la denominación sea útil para que se aprueben planes de manejo y conservación municipal, estatal y federal para el sistema lagunar.

En Veracruz hay otros cuatro sitios designados RAMSAR en Veracruz, desde el 2 de febrero de 2004. Suman 329 mil 583 hectáreas, y son el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano, con 52 mil 238 hectáreas; Manglares y Humedales de la Laguna de Sontecomapan, con ocho mil 921 hectáreas; Sistema Lagunar de Alvarado, con 267 mil 10 hectáreas, y La Mancha y El Llano con mil 414 hectáreas.

 
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