Madrazo y Marín no son sombras para el partido, dice
Al PRI lo dividen quienes se saltan las reglas para triunfar: Jackson
Ampliar la imagen Enrique Jackson asegura que Roberto Madrazo entregó "buenas cuentas" Foto: Cristina Rodríguez
Lo que divide al PRI no es el proceso interno para renovar la directiva nacional, sino la descalificación y el doble juego de quienes pretenden el triunfo "saltándose las reglas", sostuvo Enrique Jackson, candidato a la presidencia de su partido, quien afirmó que Roberto Madrazo y el gobernador poblano Mario Marín no son unas sombras para el partido.
Aseguró que de ganar la contienda "habrá garantía de que la dirigencia no se va a volver facciosa ni botín de un grupo reducido".
En tanto, Beatriz Paredes condenó la estrategia de los gobiernos panistas, que basan la competencia política en la intimidación. "Qué ha pasado con esa amenaza latente de que a cada político le tienen guardado algo. Si lo tienen en contra de algunos priístas, que nos lo digan y no que nos dosifiquen la información cuando les conviene en el terreno electoral", exigió.
A su vez Javier Oliva Posada, destacó la importancia de construir un PRI de acuerdos y de confianza, en donde la ideología se centre en un partido nacionalista de causas populares, que atienda las necesidades sociales, impulsando un Estado laico, la economía mixta y el desarrollo sustentable.
Llamó a sus correligionarios a darse la oportunidad "de que el PRI pueda actualizarse: construyamos un partido federado y no uno centralista".
Oliva Posada, que integra una de las cinco fórmulas que se disputan la dirigencia tricolor, se refirió al discurso del presidente Felipe Calderón en su encuentro con legisladores del PAN. Lamentó la frase en la que el mandatario dijo saber dónde están sus lealtades, sus principios y su partido. "Este acontecimiento representa un retroceso en el sistema político mexicano, pues sus lealtades deben estar con México y sus instituciones", advirtió.
En tanto Beatriz Paredes Rangel, también candidata a la presidencia del PRI, aseguró que su partido buscará recuperar el poder con base en una visión progresista, pero no a costa de los jóvenes, las amas de casa o de la ciudadanía.
Dijo estar convencida de que ser priísta es mucho más que una opción electoral; se trata, dijo, de "defender la educación pública, laica y gratuita. Es la vocación por el desarrollo social. Significa que ningún segmento tenga atrapado al PRI. Los nuevos tiempos debemos entenderlos y analizar su contexto, pues de otra manera no avanzaremos".
Paredes Rangel añadió que los priístas "debemos defender lo que hemos construido, porque mucho de lo que vemos en el país es producto del trabajo del priísmo".
En torno a las derrotas que ha sufrido su partido, dijo que éstas no sólo tienen que ver con los discursos equivocados que no convencen a la sociedad. "Tienen que ver con algo más de fondo, con los contextos sociales. En el pasado al PRI se le acusaba del manejo clientelar de los programas sociales, pero qué ha pasado con el Progresa, convertido en Contigo. En el área del desarrollo social quitaron a los especialistas con conocimientos en la materia y pusieron a la militancia panista para aprovechar el programa a cambio de votos", señaló.
De su parte Alejandro Gárate Uruchurtu, quien es otro de los contendientes para dirigir el tricolor, estableció que la encuesta que aplicó la empresa Mitofsky entre consejeros políticos nacionales y estatales dando hasta ahora como "ganadora" a Beatriz Paredes Rangel para "ocupar" la dirigencia nacional no refleja ni es el resultado de la realidad política del momento.
Agregó que Beatriz Paredes y su compañero de fórmula, el senador Jesús Murillo Karam, no deben presumir que el sondeo entre los consejeros políticos los favorece y por ello figurarse que saldrán victoriosos este 18 de febrero.
Gárate Uruchurtu explicó que la muestra aplicada es mínima, "no representa el termómetro político actual".
Por otra parte, en Veracruz, Jackson Ramírez señaló que cada gobernador priísta sólo representa un voto más en el proceso interno, y no serán "lo grandes electores" para renovar la dirigencia.
Pese a que prometió "cambiar radicamente al PRI y llenarlo de sangre nueva", Jackson no quiso descalificar a personajes como Roberto Madrazo, de quien dijo "es un gran priísta, más que una sombra para el partido". En el mismo tenor pidió no adelantar condenas para el gobernador poblano Mario Marín, investigado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación por agresiones perpetradas contra la periodista Lydia Cacho.
En conferencia de prensa ofrecida en este puerto, durante una gira proselitista que realizó por las ciudades de Boca del Río, Veracruz y Jalapa, Jackson describió a Madrazo como "un priísta que entregó muy buenas cuentas cuando fue presidente del partido, ganó elecciones en todo el territorio nacional y no se trata de descalificar y linchar a compañeros sólo porque no nos gustó el resultado de una elección".
Insistió en que el tabasqueño "no es una sombra" para el PRI, como tampoco lo es el gobernador de Puebla. "No hagamos juicios anticipados, no condenemos a nadie antes de tiempo, ahí esta la Suprema Corte (de Justicia de la Nación), hay que esperar a que se aporten pruebas y que haya un fallo, eso es lo más limpio, y no anticipar juicios", dijo.
Con información de Andrés T. Morales