Junto con el francés Jean-Claude Carrière presentó cinta en Gotemburgo, Suecia

El futuro del cine, en la resistencia a la invasión hollywoodense: Forman

Impresionante, la cantidad de personas que asisten al festival, pese a la adversidad del clima, expresan los cinerrealizadores, quienes hacen un intenso retrato de Goya en su filme

JUAN JOSE OLIVARES ENVIADO

Gotemburgo, 4 de febrero. El checo Milos Forman y el francés Jean-Claude Carrière son dos viejos lobos de mar en el cine. El primero es un director y guionista que ha conquistado el reconocimiento mundial y varios Oscares. El segundo fue guionista de Luis Buñuel, compañero de camino del director inglés Peter Brook, y gran adaptador de diferentes obras literarias para el cine o la televisión. Ahora los une el proyecto Los fantasmas de Goya, cinta que encabezó la sección de gala en el Festival Internacional de Cine de Gotemburgo, uno de los actos culturales más esperados por los habitantes de esta ciudad.

Carrière, autor de decenas de guiones y adaptaciones, y Forman, director de cintas como Alguien voló sobre el nido del cucú y Amadeus, se reunieron en Gotemburgo, donde recordaron banales anécdotas, se tomaron fotos con sus fans cual estrellas de rock, "disfrutamos a la gente del lugar, tan interesada en el cine; es impresionante que vayan a todas horas sin importar el clima. La cuestión es que saben que tienen la oportunidad de ver otro cine que no es el estadunidense", dijeron.

Pese a ser laureado por la academia de cine de Estados Unidos y de que su carrera se ha desarrollado casi en su totalidad en ese país, afirma para La Jornada: "Hollywood no existe. En muchos países se dice que ellos imponen lo que se tiene que hacer. Cuando llegas con un proyecto tocas y tocas puertas y ninguna se abre. Entonces, eso no existe. O sí, cuando logras colocar un proyecto tienes que estar muy pendiente de conseguir un abogado que pueda interpretar las letras chiquitas del contrato con los estudios. Entonces sí existe."

Vítores para la cinta

En su película (protagonizada por el sueco Stellan Skasgard y el español Javier Bardem), Forman y Carrière hacen un retrato intenso de Francisco de Goya: su relación con una modelo que es acusada por la Santa Inquisición; su posición como artista de la monarquía. La cinta fue recibida con vítores por la gente de Gotemburgo, que cada vez más está ávida de ver producciones no nórdicas o gringas (asiste a los cines desde las nueve de la mañana).

El actor sueco de quien se habla es de Gotemburgo. "Cuando lo vimos un día en un festival supimos que queríamos hacer una cinta sobre Goya, porque es muy parecido. Dijimos: ¿los ojos azules? (característicos de la gente de esta región nórdica) Pues le ponemos unos lentes de contacto", afirma Milos.

Los cineastas, caracterizados por haber realizado varias adaptaciones, comentan sobre las diferencias en el guión original y el retomado de otro texto.

Carrière, quien prepara otro guión sobre un autor contemporáneo de la India (ya en un tiempo hizo algo al respecto de ese país, el clásico El Mahabarata), dice: "Las adaptaciones toman muchas veces más tiempo que los guiones originales. Cuando creas uno nuevo no existe nada más que tú y tu imaginación. Se tiene miedo de repetir, sobre todo, características de los personajes. Y las adaptaciones son muy tardadas porque tienes que hacer las cosas con mucho cuidado. Es muy cansado".

Forman, por su parte, es contundente: "No importa de dónde venga el material, siempre y cuando sea bueno. Cuando es así, tienes la oportunidad de rodar algo interesante".

Se le pregunta sobre si la adaptación se presta para improvisar a la hora de la filmación. Sugiere a los directores actuales: "Cuando algo no sale bien en una escena, siempre culpan a los pobres actores. Deberían ponerse a cuadro frente a la cámara para ver si es tan fácil. No, no lo es, pero creemos omnipotentemente que tiene que ser como exactamente dice el guión. Por eso en varias ocasiones los tenemos que escuchar y así la escena saldrá mejor".

­¿Qué cine ven en la actualidad Carrière y Forman?, se les pregunta.

Jean-Claude, quien es director de la Fundación Europea de Profesiones de la Imagen y del Sonido y un apasionado por descubrir nuevas cinematografías, asegura que el cine es de todo el mundo: "Kerostami (Abbas), de Irán; Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu, de México. En todos lados podemos ver cosas muy buenas, prácticamente puedes encontrarlo en muchos países".

El francés insiste en que el futuro del cine es la resistencia local ante la invasión hollywoodense, porque la única alternativa es hacer algo diferente, rodar con calidad. Cada país o región tiene que hacer su cine para reflejarse.

Para Milos Forman no existen los nombres, sólo las historias. "No me acuerdo de ninguno en este momento... ah sí de Tarantino, por ejemplo", asegura.

Los cineastas también participaron en un seminario, junto con la directora del encuentro Jannike Ahlund, al que asistieron decenas de personas en uno de los más concurridos cafés del la ciudad llamado Respekt, que es una de las sedes, donde además de disfrutarse extraordinaria comida local, cafés y chocolates, se degusta el placer de comentar sobre las cintas exhibidas.