Usted está aquí: martes 6 de febrero de 2007 Política Util, que el GDF opere una estación de radio, pero no la nuestra: IMER

Fortalecería la pluralidad, pero que solicite un nuevo permiso: Héctor Villarreal

Util, que el GDF opere una estación de radio, pero no la nuestra: IMER

ALONSO URRUTIA

Ampliar la imagen Para Héctor Villarreal, director del IMER, los medios públicos se consolidan Foto: Carlos Ramos

Los medios públicos de comunicación están en tránsito de consolidarse como instituciones y dejar atrás definitivamente su etapa como organismos de gobierno. Este proceso, subraya el director del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), Héctor Villarreal, implica garantizar su pluralidad e independencia frente a las coyunturas políticas tanto en lo noticioso como en la oferta cultural, de contenido social e incluso musical.

En entrevista con La Jornada, Villarreal aborda el reclamo del Gobierno del Distito Federal (GDF) para operar la estación 105.7, que es patrimonio del IMER, y la respuesta negativa que se le ha dado: "les hemos respondido que no, porque es jurídicamente irrefutable que el titular del permiso de la estación es el IMER, pero no estamos en contra, ni remotamente, de que el gobierno capitalino solicite y obtenga permiso para operar una estación de radio bajo un modelo de servicio público que, en su caso, vendría a enriquecer".

En el IMER, añade, no hay nadie que piense que no deban tener una estación, no hay una razón para sostener que esto no esté bien. "El gobierno de la ciudad tiene toda la legitimidad, todo el derecho y sin duda muchos argumentos para hacerlo, pero el instituto no es la ventanilla"; en todo caso, tendrían que solicitar el permiso de operación de una nueva estación a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

Aclaró que el organismo que dirige no busca una polémica con el gobierno capitalino, "porque si nosotros dejamos que parezca una confrontación con el gobierno o con el partido de donde surgió, lo que vamos a afectar es la credibilidad del IMER. Por el contrario, a nosotros nos interesa tener una buena interlocución con todos los actores y fuerzas políticas por igual, para que todas las personas que tengan una preferencia política se vean reflejadas en esta institución, porque al final de cuentas todo mundo aporta sus impuestos para su financiamiento y que se mantenga la credibilidad".

¿Medios públicos o de gobierno?

Durante muchos años, sostiene Villarreal, se vio que los medios públicos funcionaron de la mano o en función de los intereses de comunicación del régimen en turno. "No estábamos propiamente frente a un modelo de comunicación de Estado, sino un esquema afín al gobierno. Esto es evidente en los años recientes, hacia la última etapa del régimen priísta y sin duda después de la alternancia del gobierno, cuando se da un proceso donde cada vez se ha hecho un gran esfuerzo para que se afirmen como entidades que ya no son una herramienta de gobierno".

­En esa lógica, ¿cuál debe ser el papel ahora de los medios públicos?

­El gran reto ahora es seguir este proceso, darle continuidad, consolidar esa imagen de lo que ahora son. Algo principal es que tienen que ser claramente distintos que los medios comerciales; no antagónicos, eso es un matiz central, porque en ocasiones se presenta un falso conflicto entre medios públicos y privados, cuando en realidad son formas diversas de ofrecer el servicio.

"Se puede convivir ordenadamente, porque los medios públicos ofrecen coberturas que los comerciales no pueden brindar. Hay géneros musicales que no interesan a los medios comerciales, porque no son rentables, porque la industria discográfica no le pone énfasis. El IMER tiene que hacerse cargo de la pluralidad de la oferta musical y ofrecer géneros que no son comerciablemente rentables, como el jazz, el rock en sus expresiones más alternativas y otros que no tienen apoyo de la industria discográfica."

Paralelamente, incorporar un sesgo de servicios a la comunidad, como se da en las emisoras del IMER en provincia: en Ciudad Juárez o Tijuana, con la problemática migratoria o de inseguridad, o en Oaxaca y Chiapas.

­El rating ¿no sería entonces el parámetro de eficacia?

­Por su puesto que sí, tienen que buscar rating. Ninguno piensa que se deban hacer programas que nadie los escuche; esto sería uno de los diversos indicadores para valorar la eficacia de la radio pública.

­En la ciudad de México, con tal competencia, ¿es posible ese esquema o debería haber estaciones propiamente locales?

­Con más razón en la ciudad de México, por su pluralidad, creo que es más pertinente un modelo de radiodifusión pública. Aunque ciertamente hay contenidos que tendrían que plantearse desde la perspectiva estrictamente ciudadana y local.

­¿Es válida la demanda del gobierno capitalino de operar una estación que reclaman como suya?

­La intención de operar una estación me parece absolutamente correcta. No me cabe duda que para los fines de comunicación del gobierno capitalino puede ser útil. En eso estamos de acuerdo, por lo menos en el IMER no hay nadie que piensa que no deban tenerla. Si estamos comprometidos con un mejor modelo de medios públicos, necesariamente tenemos que ver con simpatía que ese fortalecimiento de la radio pública involucre a mayores actores.

Sin embargo, Villarreal subraya: "es útil que el gobierno capitalino opere una estación, porque fortalece la pluralidad, pero habría que ver el proyecto a detalle y si esto está en la línea de fortalecer el nuevo talante de los medios públicos. No me parece que se pueda descalificar de antemano como herramienta política; habría que verlo en función de esta necesaria independencia, pluralidad, equilibrio y diversidad que refleje a todos los actores sociales, que sea ajeno a banderas y causas políticas, que sea leal al interés de la sociedad y a la nueva realidad de los medios públicos federal y estatales".

Lo que deja en claro el entrevistado es que esta operación no puede pasar por la vía de una pretendida restitución patrimonial al gobierno de la ciudad, porque dice ques es claro que el permiso corresponde al IMER. "No somos la ventanilla para reclamarlo", porque no fue el instituto el que se adjudicó la estación en su momento, sino un decreto presidencial.

­La respuesta negativa del IMER parece difícil sacarla de un contexto de confrontación de los meses recientes...

­Pues sí, se inserta en algo que se ha visto como un ambiente de confrontación entre dos ámbitos de gobierno. Sin embargo, lo importante es que para nosotros no es un asunto de confrontación con un gobierno ni con una fuerza política; es un asunto de nuestras atribuciones, de nuestro patrimonio, de actuar con apego a la ley.

Cuestionado sobre la línea editorial frente al propio gobierno federal, Villarreal responde: "lo que planteamos es una oferta periodística plural, por encima de las interpretaciones que genere sesgos, que no privilegie unas voces en detrimento de otras o que vete algunas posturas. Los medios públicos han podido liberarse ya de etiquetas oficialistas y hay que evitar que se les vuelvan a colgar."

 
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