Sólo provocaría mayor inestabilidad en la región, dicen
ONG británicas alertan sobre una eventual acción militar contra Irán
Londres, 5 de febrero. ONG, centros de investigación y asociaciones religiosas británicas acusaron al primer ministro Tony Blair, y a la canciller alemana, Angela Merkel, de mantener en la mesa la opción militar en contra de Irán, al igual que Estados Unidos, "porque creen que es un instrumento político importante".
Las críticas a Blair, Merkel y el presidente estadunidense, George W. Bush, coincidieron con declaraciones de la jefa del gobierno alemán en el sentido de que los países árabes esperan una actuación internacional más dura contra Irán y su programa nuclear.
Según Merkel, de visita en los Emiratos Arabes Unidos, como parte de una gira por países árabes, estas naciones tienen "puestas esperanzas muy altas en que logremos dejarle claro a Irán que hay que respetar las reglas de la comunidad internacional".
Entre los firmantes del informe divulgado en Londres figuran la ONG Oxfam, que lucha contra la pobreza en el mundo, Unison, GMB y Amicus, tres de los principales sindicatos británicos, el centro de investigaciones Foreign Policy Center, el Consejo Musulmán de Gran Bretaña y asociaciones cristianas como Pax Christi, consagrada al desarrollo.
Los autores del documento advierten, entre los posibles efectos de una intervención militar contra Teherán, de una "mayor inestabilidad en Medio Oriente, en especial en Irak y Afganistán", hasta una situación "de inseguridad exacerbada" y numerosas víctimas civiles.
Una intervención militar estadunidense, que los autores estiman posible cuando el presidente George W. Bush "siente que es su deber detener el programa iraní", podría reforzar la voluntad de Teherán de convertiste en potencia nuclear y conduciría a Irán a retirarse del Tratado de No Proliferación Nuclear, alerta el documento.
El ex embajador británico en Teherán, Richard Dalton, advirtió en una rueda de prensa que "el recurso de una acción militar, salvo en caso de legítima defensa, no sólo sería ineficaz, sino que resultaría un desastre para Irán, la región y el mundo".
Mientras, en Viena, fuentes diplomáticas afirmaron que Estados Unidos y otros países occidentales quieren reducir a la mitad la cooperación técnica de la Agencia Internacional de Energía Atómica con Irán, pero enfrentan el rechazo de los países No Alineados.
Washington afirma, según las fuentes, que la medida sería congruente con la aplicación de la resolución 1737 del Consejo de Seguridad del 23 de diciembre pasado que sancionó la negativa de Teherán a suspender el enriquecimiento de uranio.