Entrenar en Bolivia no es receta mágica para ser campeón, dice
El andarín Daniel García regresa con la firme intención de ir a Pekín
A 10 años de haberse proclamado campeón mundial de marcha, Daniel García Córdoba está de vuelta con la firme esperanza de ubicarse entre los cinco primeros en Osaka y mejorar sus tiempos para obtener en Pekín 2008 el único galardón que se le ha negado en su carrera: una medalla olímpica.
Ubicado hasta el momento al frente de la clasificación nacional en la prueba de 20 kilómetros, con 1:20.51 horas, el andarín capitalino dijo sentirse motivado porque considera que 2007 será un buen año para las metas que se ha trazado.
Danny, como lo llaman sus compañeros, está convencido de que el próximo mes terminará entre los cinco primeros sitios en la Copa Challenger en Naucalpan, selectivo a la gira europea que a su vez definirá los lugares para los Juegos Panamericanos de Brasil y el Mundial de Atletismo en Japón, a realizarse en julio y agosto, respectivamente.
¿Es el regreso de Daniel García?
Yo creo que sí. El primer año me ha costado porque comencé la prueba en 1:22.30, que fue mi mejor marca, y luego el décimo lugar que obtuve en la Copa del Mundo (España), con 1:20.51.
"Ahora espero caminar debajo de 1:20, que es el objetivo, porque para estar entre los primeros hay que hacerlo en 1:18 y 1:17. En mis mejores tiempos caminé tres ocasiones debajo de 1:19. Siento que puedo volver a hacerlo'', comentó el único marchista que ha ganado oro (Atenas) y bronce (Sevilla) en dos justas del orbe.
El deportista regresó de su nueva experiencia en Bolivia, donde realizó un campamento de altura a las orillas del lago Titicaca (3 mil 800 metros sobre el nivel del mar), junto con su hermano Alvaro y el entrenador de ambos, Miguel Angel Sánchez.
Aunque renuente en el pasado por entrenar fuera del país, ahora Daniel García consideró que trabajar en Bolivia le sirvió para ganar en tranquilidad y sobre todo concentración, pero sabe que "no es la receta mágica para ser campeón''.