DISQUERO
El duende en el Caribe
La combinación de piano caribeño con guitarra gitana en el primer disco de este dúo fantástico resultó letal para los sentidos, así consentidos, de manera que Michel Camilo (Santo Domingo, República Dominicana, 1954) volvió a ayuntar las teclas con el encordado de José Fernández Torres, a quien el duende del flamenco y el mundo de las salas de concierto conocen como Tomatito, por ser el hijo de José Fernández Castro, El Tomate.
El resultado se titula Spain again (Universal, 2006) cuyo primer acorde es el desmoronamiento de una estatua monumental e invisible que al caer, despetalándose, se vuelve a erguir de la misma manera como una flor asemeja en su florear el nacimiento de la mariposa en su capullo. Se le une un arpegio en el teclado que también se despetala, crece, estalla de la flor en su florear su gineceo magnífico.
La frase que pronuncia el piano complementa el discurso de flos campis: es un pasaje entero, apenas tres acordes, de la pieza maestra de Bill Evans titulada You must relieve in spring, pero en realidad está sonando un tango de Gardel. El siguiente corte es el latido sexual de Libertango, pieza maestra del astro Piazzolla, otro desgajarse de un manojo grueso de flores estallando en mil capullos, 800 pétalos, de manera que el bandoneón de Astor se convierte en la guitarra con sus curvas de mujer, amplias colinas, muslos blancos, nalgas donde la redondez del mundo cobra sentido, como lo adivinó el poeta José Carlos Becerra.
La combinación de tango contemporáneo, música gitana y los ritmos quebrados del Caribe conforman una pira de flores en incendio de colores vivos, un volcarse los sonidos paradisiacos, un resuello tremendo de clepsidras con la ternura de un capullo naciente con el sol. Como las casualidades no existen, esta espléndida novedad discográfica se engarza en continuidad con el atracón de tango moderno del Disquero de la semana anterior: la música sexual de GoTan Project.
He aquí entonces la prolongación del embrujo, la magia de uno de los mejores pianistas de concierto del planeta con el duende de una de las guitarras más intensas del firmamento. Al Libertango le siguen Fuga y Misterio le sigue Adiós Nonino le sigue Stella by Starlight le sigue un banquete de jazz caribeño y gitano, atronador de veras. Cuando suena La Fiesta, pieza maestra y rumbera de Chick Corea, todo se prepara para el gran final, con una bachata-merengue, una melopea dominicana de Juan Luis Guerra que da por concluida en paz la intensa serenata.