Astillero
Plan con maña
Mezclar al PRD en lo delictivo
Activar Chuchos ''rebeldes''
Paredes y el doctor Simi
Ampliar la imagen Pese a la presencia del Ejército mexicano y de la Policía Federal Preventiva en varios estados del país, las ejecuciones continúan Foto: NOTIMEX
La caravana militar que va por el país anunciando con toda anticipación su calendario de acciones sorpresivas contra el narcotráfico no ha encontrado evidencias de que altos mandos gubernamentales del PAN, del PRI o del PRD enfelipado estén involucrados en el negocio que da estabilidad a la economía nacional y sustento a muchas campañas y proyectos políticos, pero sí en cambio el secretario federal de Seguridad Pública (que es una especie de vocero de la castrense Policía Federal Preventiva) ha hecho saber oficialmente lo que con sibilina oportunidad había sido filtrado a ciertos medios de comunicación; es decir, que, según esa visión supuestamente institucional, una folclórica autoridad municipal perredista de Guerrero ha sido convertida en supuesto pez gordo del tráfico de estupefacientes.
La intención facciosa del asunto queda de manifiesto si se recuerda que hasta ahora no se ha insinuado siquiera la participación de gobernadores, secretarios de estado o familiares de presidentes del pasado (del inmediato o del lejano) en el gran negocio de las drogas. Ninguna culpa parecieran tener en el florecimiento del cártel de Tijuana los panistas que han gobernado largamente Baja California, ni los priístas respecto al cártel de Sinaloa, ni los perredistas enfelipados, como Zeferino Torreblanca, en lo que sucede en Guerrero. El único personaje que ha acumulado puntos para ser exhibido públicamente ha sido el presidente municipal de Acapulco, Félix Salgado Macedonio (inclusive de una manera altamente peligrosa, pues las filtraciones federales han hecho que se publiquen "informes" en los que se asegura que el perredista ha hecho negocios con dos bandas rivales entre sí, lo que, en los códigos no escritos del llamado crimen organizado, equivale a una inevitable sentencia de muerte).
La selección de Salgado Macedonio para fabricar una muestra de perredismo delictivo trata de aprovechar la mala fama pública que el propio acapulqueño se ha ganado a partir de una serie de andanzas personales cuestionables. Pero el dardo no es solitario ni accidental, pues está en marcha una campaña desde múltiples foros para cerrar el paso a cualquier posibilidad de que Andrés Manuel López Obrador pueda sobrevivir a la guerra de exterminio político que se le mantiene desde la noche del 2 de julio pasado. La necesidad de aplastar al único personaje opositor con fuerza (así sea esta menor o menguante) no obedece a cálculos electorales hechos con la vista puesta en las elecciones intermedias de 2009 ni en las presidenciales de 2012, sino a la inminencia de arreglos entre las bancadas priísta y panista para sacar adelante a cualquier costo reformas legislativas llamadas "estratégicas", frente a las cuales la única posibilidad de resistencia real descansa en la bombardeada estructura (o lo que quede de ella) del lopezobradorismo social y algunos referentes partidistas en el PRD y en el Frente Amplio Opositor.
A la erosión de esa fuerza popular resistente han contribuido generosamente los propios errores del ex candidato presidencial y su equipo inmediato, así como el trance hipnótico en que una parte de sus seguidores se mantiene al negarse a hacer una crítica real de lo sucedido durante la campaña presidencial, el momento electoral y las decisiones posteriores al 2 de julio. Por ejemplo, a pesar de que todo mundo sabe que Leonel Cota es incapaz de tomar una iniciativa política de mediano nivel por sí mismo, y a pesar de que ha habido señalamientos claros de miembros de Los Chuchos, como Guadalupe Acosta Naranjo, secretario general del CEN perredista, las buenas conciencias pejianas prefieren creer que la invitación a Ana Rosa Payán para ser candidata a gobernadora de Yucatán fue obra del sacrificable Cota y no de quien lo impuso sin méritos como dirigente nacional perredista y a quien obedece marcialmente.
El batidillo en que se convirtió el pasado consejo nacional perredista ayuda al plan de arrasamiento del lopezobradorismo, porque ha abierto las puertas al desmembramiento del instrumento político llamado Frente Amplio Opositor (en el que participan como pescadores de río revuelto los membretes tianguistas de Convergencia y el Partido del Trabajo) y porque, con el pretexto de la autocrítica, propiciará el retorno envenenado de Cuauhtémoc Cárdenas como guía de una "refundación moral" del perredismo y la elaboración de una presunta nueva etapa izquierdista fundada en criterios de supuesta modernidad que desplacen las propuestas "anticuadas" del lopezobradorismo.
En ese esquema de incriminación del perredismo por la vía de figuras propicias como la de Salgado Macedonio, y de la activación "rebelde" de las estructuras agazapadamente calderonistas del chuchismo, embona perfectamente la proliferación cargada de salinismo de "opciones" izquierdistas, como la que previsiblemente llegue al PRI, con Beatriz Paredes, y la del Doctor Simi, que ya ha pedido fecha para realizar asambleas para acreditar miembros de un nuevo partido que también dispute la franja electoral de los pobres...
Astillas
La comunidad literaria de todo el mundo estaba ayer nerviosamente atenta a lo que sucediera por la noche en el Centro Kennedy de Washington, pues nuevamente estaría al micrófono Vicente Fuchs, el ex primer ministro de Alemania del Bajío, que se ha convertido en entusiasta otorgador de premios Nobel y nuevas nacionalidades de escritores (la potencialidad creativa del autor del poema clásico "Y yo por qué" sería mayor en esta ocasión, pues al bate le acompañaría al habla su musa histórica, la nueva especialista en geopolítica y otras recetas de cocina, doña Marca a Según). Muchos de esos artistas de la palabra ansiaban amanecer para saber si debían ir a las autoridades migratorias por nuevo pasaporte o si habían sido afectados por los temibles Premios Chente... Pues sí: como era previsible, hubo activos opositores a la presencia de Luis Carlos Ugalde en la UNAM y de otros partícipes en el fraude electoral de 2006. El consejero presidente del IFE, precavido, no asistió y en su lugar envió a un también vapuleado Virgilio Andrade... ¡Hasta mañana, en este Cártel de las Astillas!
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