Leyó fragmentos de El Principito y de un canto náhuatl que destacan la amistad
En el fomento a la lectura, "nos queda mucho por hacer": presidente Calderón
Inauguró la Primera Semana Nacional de la Salud; distribuirán 13 millones de vacunas
Ampliar la imagen El presidente Felipe Calderón puso en marcha, en Querétaro, la Primera Semana Nacional de Salud con la distribución de más de 13 millones de dosis de vacunas Foto: Demián Chávez
El Marqués, Qro., 12 de febrero. Empeñado en mostrar y fomentar el gusto por la lectura, el presidente Felipe Calderón hizo a un lado su discurso escrito para leer fragmentos de El Principito y de un canto náhuatl que resaltan la importancia de la amistad.
Todo ello porque, según el mandatario, el número de libros leídos cada año por mexicano demuestra que "aún nos queda mucho, pero mucho por hacer" en esta materia, aunque no precisó la cifra referida.
Al parecer, con estas lecturas el michoacano quiso diferenciarse de su antecesor, Vicente Fox, que alguna vez felicitó a mujeres analfabetas porque no se enteraban de lo que decían los periódicos.
Apegado siempre a los mensajes escritos, Calderón trató de cambiar el estilo en esta gira por Querétaro, donde improvisó contando anécdotas de su niñez y bromeando con el catarro del gobernador, el panista Francisco Garrido.
Acompañado de su esposa, Margarita Zavala, y de los titulares del Instituto Mexicano del Seguro Social, Juan Molinar, y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadaores del Estado, Miguel Angel Yunes, en Querétaro puso en marcha la Primera Semana Nacional de Salud, cuya novedad es que se extenderá siete días más, o sea hasta el 23 de febrero, para dar atención a las zonas más alejadas.
Para romper con la formalidad acostumbrada de sus actos, Calderón saludó a los alumnos, quienes a esa hora algunos ya jugueteaban en las filas de atrás, con un "queridos niños, ¿cómo están?, y luego de escuchar un "bieeeeeen", simplemente dijo "me parece muy bien".
Luego detalló los pormenores de este programa que implica la distribución de más de 13 millones de dosis de vacunas, 5 millones y medio de sobres de Vida Suero Oral, por parte de personal médico y 190 mil voluntarios.
Al final invitó a los niños a decirles a sus papás que los lleven a vacunarse para evitar fiebres y resfriados, los catarros como los que tiene el señor gobernador, en referencia a su compañero de partido que había tocido varías veces cuando pronunciaba su discurso.
Después acudió a los talleres de Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos a dar el banderazo para la distribución de 250 millones de ejemplares.
La titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Josefina Vázquez Mota, aprovechó para anunciar que fomentará el programa Recicla para leer, que consiste en la recuperación de papel desechado por las dependencias para la elaboración de libros de texto, con lo que se evita la tala de 1.5 millones de árboles.
En su oportunidad, el Presidente de la República omitió varias veces su discurso para relatar historias de su niñez y juventud y mostrar su interés por la lectura.
Primero recordó con "enorme cariño" la imagen de La Patria que aparecía en la portada de los primeros libros de texto gratuitos, y lo que significaba esa "mujer interesante" para todos los alumnos.
"Déjenme decirles, como anécdota personal, que además tenía muy presente esa sensación (que da la lectura del libro nuevo) porque a nuestro paso hacia la escuela, hacia la Libre de Derecho, donde fuimos el gobernador Garrido y un servidor, estaban muy cerca los talleres de la comisión. Y ahí tomaba mi camión Vértiz Narvarte, División del Norte, y cuando regresaba de tribunales me gustaba pasar por ahí."
Déjalo, me voy a hacer bolas
Después regresó a la lectura de las hojas que tenía en el atril y defendió el carácter laico y gratuito de la educación, y planteó que ésta representa el "gran igualador" de la educación en México.
Se mostró partidario de promover la participación de la familia en la vida escolar y, sobre todo, en el fomento a la lectura.
Fue cuando rompió el habitual protocolo de sus ceremonias, se dio la vuelta y tomó de un estante un libro de quinto grado de primaria señalando que su hija María estudia ese nivel.
Pero cuando regresó a su lugar el discurso preparado con anticipación había volado a causa del viento. Un ayudante del Estado Mayor Presidencial corrió a devolvérselo, pero Calderón exclamó: "Déjalo así, si no me voy a hacer bolas".
Entonces procedió a leer un fragmento de lo que llamó "el Tecayehuatzin (en referencia al poeta náhuatl), de una traducción de Angel María Garibay que habla del maíz, pero dice algo más importante que el maíz", sobre los amigos.
De igual forma, tratando de dar la entonación adecuada a su lectura, leyó un diálogo de El Principito, de (Antoine) de Saint Exupéry, donde el personaje plantea al zorro la importancia de buscar amigos. Y así, el Presidente trató de alentar el gusto por la lectura.