Empleadores de migrantes eluden gastos médicos
Raleigh, Carolina del Norte, 13 de febrero. Decenas de trabajadores mexicanos contratados bajo el programa de visas temporales llegan con padecimientos crónicos que afloran y se agravan por la rudeza de la labor, sin que los patrones se responsabilicen y dejen su cuidado a organizaciones no lucrativas la atención médica. Padecimientos como hipertensión arterial, diabetes, infecciones de transmisión sexual e incluso cáncer son algunos de los que presentan los trabajadores migratorios, a lo que se añade una mala alimentación y jornadas laborales de hasta 11 horas al día que llevan al extremo el estado de salud con lo que se requieren tratamientos costosos que los patrones se niegan a proporcionar. Patricia Morales, del Centro Comunitario de Salud, y Steve Davis, de Greene County Health Care, ambas organizaciones humanitarias de atención a la salud, coincidieron en que los seguros médicos que los empleadores ofrecen a los trabajadores agrícolas no incluyen la cobertura de tratamientos para esas enfermedades. Al no encontrar una atención médica de acuerdo con sus posibilidades económicas, los trabajadores temporales e indocumentados ven avanzar sus padecimientos hasta el límite de poner en riesgo su vida, pues además muchos de los granjeros de la zona impiden el paso a los promotores de la salud. Aquí el trabajo es pesado. El exceso de humedad, calor y las prolongadas jornadas de trabajo hacen que no cualquiera aguante el rigor laboral, sobre todo si no eran campesinos en México. Los citadinos se van pronto, pero "a nadie le negamos el trabajo", comentó Jay Hill, supervisor de trabajadores del campo. El empleado de la Asociación de Rancheros de Carolina del Norte, que agrupa a unos 600 patrones del campo, manifestó que alrededor de uno por ciento de las contrataciones corresponde a mujeres, o sea que unas sesenta de seis mil trabajadores temporales del año pasado eran féminas.