No hay evidencias, pero nos mantenemos atentos, dice
Minimiza Gobernación la ''posible amenaza''
Las instalaciones estratégicas están permanentemente vigiladas
El gobierno de México sostuvo ayer que ''no tiene evidencia'' para sustentar que Al Qaeda pudiera afectar instalaciones petroleras estratégicas, ''pero nos mantenemos atentos'', señaló en un breve comunicado la Secretaría de Gobernación; sin embargo, las secretarías de la Defensa Nacional, de Marina y de Seguridad Pública federal ''alertaron'' a su personal y unidades que resguardan más de 160 instalaciones estratégicas en todo el territorio nacional, particularmente en la sonda de Campeche, donde se concentra la mayor producción de crudo que se exporta a Estados Unidos.
A nombre del Ejecutivo federal, Gobernación minimizó la noticia sobre la amenaza difundida ayer, en la que se advertía sobre acciones contra países occidentales que abastecen de crudo a Estados Unidos. Esto ocurrió la víspera de la visita que hará al titular de la dependencia, Francisco Ramírez Acuña, el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Michael Chertoff. Previamente, el coordinador de comunicación social de la Presidencia, Maximiliano Cortázar, señaló que antes de fijar una postura analizarían la veracidad de la información.
En gira de trabajo por Nayarit y Sinaloa, el presidente Felipe Calderón fue notificado sobre la difusión de este mensaje de Internet que establece una amenaza contra los mayores abastecedores de petróleo a Estados Unidos, entre los que se mencionó a Canadá, México y Venezuela. El texto que difundió posteriormente Gobernación afirma que se trata de una ''posible amenaza'' y que la industria del petróleo en el país ''se encuentra resguardada permanentemente (las 24 horas de los 365 días del año)'' por elementos de la Defensa, Marina y Seguridad Pública.
Insistió en que México mantiene relaciones de cooperación y amistad con todos los pueblos. ''Su política exterior se basa en los principios fundamentales del derecho internacional: autodeterminación de los pueblos, no intervención, solución pacífica de las controversias, igualdad jurídica de los estados, cooperación para el desarrollo, proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza y lucha por la paz y la seguridad en el mundo''.
Previamente, en la instancia federal se informó que después del mediodía un grupo de funcionarios analizaba en Los Pinos el cable informativo con el contenido de la amenaza. Sin embargo, en esa reunión no estuvo el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, pese a encabezar el gabinete de seguridad nacional.
En tanto, trascendió que el gobierno mexicano reforzó la llamada Operación Centinela, la cual fue puesta en marcha desde septiembre de 2001, tras los ataques a las Torres Gemelas en Nueva York, y por ello incrementó sus ''niveles de alerta'' en puertos, aeropuertos, fronteras sur y norte, y aumentará el número de efectivos policiacos, sobre todo militares, en las zonas aledañas a instalaciones consideradas estratégicas, revelaron fuentes gubernamentales. Para dar una idea de lo que involucró este operativo en 2003, se informó oficialmente sobre la participación de 18 mil efectivos del Ejército y 12 mil oficiales de la Policía Federal Preventiva.
De acuerdo con las directrices de esta operación, los servicios de migración mexicanos tendrán, aún más, la obligación de cruzar información sobre los pasajeros internacionales con autoridades de Estados Unidos, para evitar el paso o internación a México de personas que pudieran tener algún vínculo con organizaciones terroristas. Esto incluye fortalecer los esquemas de vigilancia marítima y aérea, los cuales habían recibido una reciente alerta a partir de la extradición a Estados Unidos de capos de distintas organizaciones, así como por el temor del ingreso ilegal de aeronaves al espacio aéreo nacional.
De acuerdo con fuentes militares, las secretarías de Defensa, de Marina y de Seguridad Pública federal alertaron a sus elementos que vigilan las instalaciones estratégicas de Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad, Comisión Nacional del Agua, la nucleoeléctrica Laguna Verde, aeropuertos y puertos. Mención especial merece la vigilancia en la sonda de Campeche, donde se produce 80 por ciento del crudo de exportación, que forma parte de 1.4 millones de barriles diarios que se venden a Estados Unidos.
Desde los ataques del 11 de septiembre de 2001, la Armada de México ha enviado a esa sonda las embarcaciones más modernas y su mejor equipo bélico para evitar cualquier ataque a las plataformas petroleras. Ahí vigilan de manera cotidiana las dos patrullas misileras adquiridas recientemente a Israel, buques oceánicos, lanchas interceptoras, aviones y helicópteros, además de que ahí tiene desplegados misiles tierra-aire Igla, de fabricación rusa.
Las plataformas petroleras se han convertido en los años recientes en los lugares más vigilados del territorio nacional.