La Presidencia de la República debe avalar el acuerdo entre Sedena y Marina
Realizarán estudio para incorporar activos de los Ganfes a la Armada
El Ejército defiende la participación de militares en operativos en las márgenes de ríos
Como parte de la nueva relación de colaboración entre el Ejército y la Armada de México, los titulares de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina, general Guillermo Galván Galván y almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza, respectivamente, acordaron ayer realizar un estudio para que los activos que actualmente tiene el Grupo Anfibio de Fuerzas Especiales del Ejército (Ganfes) se incorporen a la Armada.
Esta decisión, que en su momento deberá ser avalada por el Presidente de la República y comandante supremo de las fuerzas armadas, Felipe Calderón, pretende dejar atrás las diferencias entre ambas instituciones, a partir de la creación, en 1999, de los Ganfes, lo que fue considerado en su momento en la Secretaría de Marina como una "intromisión" de los militares en su esfera de competencia.
El grupo anfibio, creado durante la administración del general Enrique Cervantes Aguirre en el sexenio de Ernesto Zedillo, tuvo un presupuesto inicial de más de 13 millones de dólares, que se destinaron a la compra de 140 embarcaciones.
De acuerdo con fuentes castrenses, con el paso del tiempo quedó demostrado que los soldados deben dedicarse a las labores en tierra y los marinos a su tarea en el mar.
Ayer, en las instalaciones de la Secretaría de Marina, el general Galván y el almirante Saynez se reunieron con los presidentes de las comisiones de Defensa y Marina de la Cámara de Diputados para abordar diversos temas.
El que más llamó la atención fue el referente a la disposición del Ejército Mexicano de analizar la posibilidad de desaparecer a los Ganfes, entregar a la Armada las embarcaciones y equipo que aún conserva y dejar en claro que los marinos ejercen plena jurisdicción en las costas.
Trascendió que no hubo acuerdo entre los secretarios en lo referente a la labor de los militares en zonas ribereñas, particularmente en operativos contra el narcotráfico, porque la Sedena considera que los resultados de sus despliegues en las márgenes de ríos han sido satisfactorios.
Militares consultados manifestaron que con el análisis del tema, por primera vez en muchos años la Sedena da pasos concretos para demostrar su espíritu de colaboración, además de expresar pleno respeto a las atribuciones de cada dependencia.
Pareciera asunto menor, pero esto abre la puerta a la consolidación de la colaboración y a terminar en un futuro cercano con una malentendida rivalidad entre militares y marinos, agregaron.
Según un diagnóstico de la Comisión de Marina de la Cámara de Diputados, los Ganfes cuentan con embarcaciones menores, cuya capacidad está "sumamente limitada para realizar una eficaz labor de vigilancia de nuestros mares".
El informe, que sirvió de base para que los titulares de la Sedena y de Marina analizaran el tema, agrega que a "lo limitado de la capacidad de operación de las embarcaciones con que cuentan los Ganfes, se suma la escasa preparación del personal que las tripula, el cual es preparado en un curso de seis semanas de duración", en el que "no reciben la instrucción adecuada para la navegación marítima", lo que se traduce en acciones "ineficientes e ineficaces".
Fuentes navales consultadas comentaron que la discusión del tema y la posibilidad de que el Ejército reconozca que la vigilancia de costas y ríos es atribución de la Armada, tiene gran importancia desde el punto de vista de la doctrina naval, porque México era uno de los pocos países -si no el único-, en el que el Ejército manejaba grupos anfibios.