De Sam Garbarski, la cinta arrancó aplausos que se prolongaron 10 minutos

Marianne Faithfull seduce en la Berlinale con su papel de Irina Palm

La inglesa interpreta a una abuela que trabaja en un burdel para salvar a su nieto

ALIA LIRA HARTMAN CORRESPONSAL

Berlín, 14 de febrero. Ni Sharon Stone ha acaparado tanta atención como Marianne Faithfull con su interpretación de Irina Palm. La Berlinale se rindió a los maduros encantos de la ex musa de Los Rolling Stones, que inspiró canciones como Wild horses. La película de Sam Garbarski ha sido considerada por muchos lo mejor de esta edición del Festival Internacional de Cine de Berlín.

El realizador alemán-belga celebraba ayer su cumpleaños y él éxito de Irina Palm fue su mejor regalo. Luego de la proyección de la cinta los aplausos se alargaron más de 10 minutos y en la conferencia de prensa los casi 400 periodistas que abarrotaban la sala la recibían de pie. "Gracias por traernos el primer aire fresco a Berlín", fue uno de los elogios.

Marianne Faithfull se mostraba más que conmovida ante las expresiones de admiración y cariño. "Una madre hace todo por un hijo y en este caso por un nieto; de eso estoy convencida", afirmó la actriz, con lo que arrancó apasionados aplausos.

Marianne pasó por la alfombra roja de la Berlinale como ninguna otra estrella. A diferencia de los escotes o los delgados tirantes que retan las gélidas temperaturas de Berlin, Marianne llegó bien cubierta, con cuello de tortuga y saco negro. Son otros tiempos, la Faithfull ya no arriesga.

Nació en 1946 y en los años 60 comenzó su carrera de cantante pop con varios éxitos, algunos de ellos compuestos por Mick Jagger o Keith Richards. Se enganchó a la heroína, que logró dejar en 1987. En 2004 presentó su último álbum, Before the poison. En septiembre de 2006 le diagnosticaron cáncer de seno en un estadío temprano, que hasta ahora ha sido controlado. La Faithfull sobrevive y de qué manera.

En Irina Palm interpreta a una abuela, Maggie, cuyo nieto, Olly, está al borde de la muerte. Para salvarlo hay que llevarlo a Australia. Maggie empieza a buscar la manera de conseguir dinero, los bancos le niegan cualquier crédito y en la oficina de empleos le dicen que a su edad ya no se le puede conseguir nada. Durante un recorrido por las calles de Londres encuentra un anuncio en un burdel, que dice "se solicita hosstess".

Manos suaves, el requisito

Cree que se trata de servir té. El trabajo que le ofrece Miki, el dueño, interpretado por Miki Maniljovic, tiene que ver con sus suaves manos. El burdel cuenta con un servicio especial y único en Londres: los clientes introducen el pene a través del orificio de una pared y del otro lado Maggie tiene que masturbarlos, pero no más de tres minutos; un servicio prolongado requiere de un pago extra.

El promocional de la película muestra el rostro de Marianne a través de un orificio en una pared.

Miki le ofrece 600 libras por semana. Maggie se niega, pero regresa al otro día. Sin embargo, solo recibe 200 de las 600 libras prometidas a la semana, si quiere más hay que ponerle nombre a sus servicios.

Larga y extenuante jornada

Maggie se convierte entonces en Irina Palm. Sus suaves manos empiezan a causar largas colas de ansiosos caballeros. Se familiariza y se encariña a tal grado con su lugar de trabajo que se instala con todo y mandil para pasarla más cómoda, lleva algo que leer, cuelga un cuadro en la pared para crear una atmósfera más agradable. Las largas y extenuantes horas de trabajo provocan en el brazo derecho de Maggie lo que en los tenistas se llama tennisarm, pero en este caso el médico le diagnostica pennisarm. Los servicios de Irina Palm tendrán que suspenderse durante una semana o bien ella deberá empezar a usar la mano izquierda, lo cual consigue.

Entonces pide un crédito a Miki; necesita 6 mil libras para salvar a su nieto y mandarlo a Australia. Las manos de Maggie son la mejor garantía.

Todo Londres habla de Irina Palm y la competencia del burdel de Miki ofrece a la mujer instalaciones de lujo para realizar su trabajo e instruir a otras manos. Se trata de una pared con seis orificios en un baño estilo romano. Sin embargo, Maggie prefiere quedarse en el local de Miki. Este gesto de lealtad derriba al duro dueño del burdel y empieza a gestarse una relación sentimental entre ambos.

Las cosas se complican cuando el hijo de Maggie descubre el origen de las 6 mil libras y Maggie abandona de un día a otro su trabajo. Es la comidilla y el escándalo de su pueblo cuando ella misma en una ronda de té con sus antiguas amigas relata los detalles de su trabajo despertando la envidia de un par de ellas. Finalmente Maggie decide en último momento no acompañar a su hijo, su nieto y su nuera a Australia y regresa, pero ya con su maleta, al burdel de Miki.